El próximo lanzamiento se llevará a cabo el miércoles 21 de febrero, ¿y ahora para qué?
La búsqueda del acceso global a internet a través de un satélite tendrá que esperar un poco más.
Paz, el satélite español de la compañía Hisdesat de doble uso civil y militar, que inicialmente iba a ser enviado al espacio durante este fin de semana tuvo un imprevisto.
SpaceX, la empresa encargada de su lanzamiento a bordo de un Falcon 9, ha pospuesto el despegue para el próximo miércoles 21 de febrero, tal y como ha anunciado en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter.
“El equipo de Vandenberg está tardando más tiempo en realizar las inspecciones finales del carenado mejorado. La carga útil y el vehículo se mantienen saludables. Debido a los requisitos de la misión, ahora el lanzamiento de PAZ será el 21 de febrero”.
La compañía de Elon Musk anunció que el cohete, que estaba programado para su lanzamiento el domingo, se ha retrasado para permitir controles adicionales. Será el segundo cohete lanzado por SpaceX este mes, después del Falcon Heavy.
Así se vivió el momento del lanzamiento.
Una vez que el cohete despegue, será el primero en transportar los satélites de banda ancha Starlink y el satélite de imágenes de radar Paz.
Estos satélites, espera SpaceX, cimentarán el camino para la tecnología que la compañía pretende utilizar para proporcionar finalmente acceso a internet de alta velocidad al mundo entero, a través de miles de pequeños satélites.
Con SpaceX esperando hacer sus cohetes completamente reutilizables, la compañía actualizó sus cubiertas externas de carga útil, el cono de la nariz en la parte superior del cohete, como parte de las mejoras para su funcionamiento.
Antes del lanzamiento planificado para esta semana, el equipo decidió que se necesitaba más tiempo para verificar la cubierta externa del cohete, lo que hizo que la fecha fuera aplazada unos días más.
Según Space, el desarrollo de carenados, cubierta externa cuya principal función consiste en reducir la resistencia al aire, de carga útil reutilizables y recuperables proporcionaría ahorros significativos para SpaceX, ya que cada uno cuesta alrededor de cinco millones de dólares.