Tim Berners-Lee sugiere que incluso con mayores reglas, la herramienta puede lograr más.
En particular, a Tim Berners-Lee le preocupa que internet se arme para difundir teorías de conspiración, “avivar las tensiones sociales” mediante el uso de cuentas falsas de las redes sociales y robar datos personales.
“Hemos buscado respuestas en las propias plataformas. Las empresas son conscientes de los problemas y están haciendo esfuerzos para solucionarlos, con cada cambio que hacen afectando a millones de personas”, escribió Berners-Lee en una carta abierta para conmemorar el 29 aniversario de la web.
“La responsabilidad, y algunas veces la carga, de tomar estas decisiones recae en las empresas que se han construido para maximizar las ganancias más que para maximizar el bien social”, continuó.
Un marco legal o regulatorio que tenga en cuenta los objetivos sociales puede ayudar a aliviar esas tensiones, señaló el inventor.
Berners-Lee ya ha hablado de estos temas antes, aunque es inusual que solicite más regulación en este frente.
En la carta del año pasado, el ingeniero instó a Google y Facebook a luchar contra la desinformación “al tiempo que evitó la creación de organismos centrales para decidir qué es cierto o no”.
Mucho ha cambiado en el último año, con la mayoría de la gente aceptando que Rusia utilizó las grandes plataformas en línea para al menos tratar de socavar las elecciones de 2016 en Estados Unidos.
La raíz del problema es que demasiado poder se ha concentrado en manos de muy pocas corporaciones en línea.
Tim Berners-Lee
Una encuesta de Axios-SurveyMonkey hace un par de semanas sugirió que el público estadounidense, en los últimos meses, por primera vez, ha cambiado a la idea de que la regulación del ‘Big Tech’ podría ser algo bueno.
La pregunta que se avecina ahora es cómo lidiar con el problema sin chocar con la Primera Enmienda (aunque algunos argumentan que no se aplica a las grandes plataformas) y sin alentar a los gigantes en línea a que eliminen la información sin un escrutinio adecuado.
Europa intenta estar a la vanguardia cuando se trata de abordar “noticias falsas”, pero hasta ahora nadie ha encontrado soluciones viables.
Vale la pena recordar que Berners-Lee está resaltando un problema más profundo aquí también.
La raíz del problema, dice, es que demasiado poder se ha concentrado en manos de muy pocas corporaciones en línea.
Se debe a que “un puñado de plataformas… controla qué ideas y opiniones se ven y comparten”, según Berners-Lee.
Cualesquiera que sean las soluciones a estos problemas, si van a funcionar, es posible que deban ser más que meramente cosméticos.