El fenómeno migratorio entre EE.UU.-México es un espacio para la innovación en servicios financieros, salud y educación con alcance hacia toda Latam.
Por Victoria Gaytán
Más allá de los 3,170 kilómetros de frontera compartida y los 1,700 millones de dólares (mdd) en bienes y servicios intercambiados por día, entre México y EE.UU. existe una profunda interdependencia imposible de revertir.
Sin embargo, es el capital humano, producto del fenómeno migratorio, el activo más valioso del que ambas naciones participan. La dinámica binacional, generada a partir de mexicanos que radican en EE.UU. y sus familias en casa, es idónea para cultivar soluciones innovadoras que atiendan las necesidades particulares de educación, de salud y financieras en su población.
Independiente del estatus migratorio, viven, estudian y trabajan en ambos lados de la frontera.
Tal espacio fértil no ha pasado desapercibido por tres startups y sus fundadores. Estas no solo ofrecen una propuesta de valor transfronteriza, sino que han logrado escalar sus operaciones hacia América Latina. Arcus en fintech, Hola Code en el desarrollo de software, y Hoy Health en la salud, son tres empresas que, a pesar de su reciente fundación, han logrado irrumpir sus respectivas industrias y apenas comenzaron a operar.
TALENTO EN RETORNO
Contrario a la retórica antimigratoria del presidente Donald Trump, el flujo de migrantes de México hacia EE.UU. ha disminuido considerablemente a partir de 2010.
Si bien uno de cada 10 habitantes en EE.UU. es de origen mexicano, un reporte fechado en septiembre de 2019 del Pew Research Center detalla que la población mexicana creció 11% entre 2010 y 2017, la tasa de crecimiento más baja entre todas las minorías latinas.
Por otro lado, la migración desde EE.UU. a México aumentó. La investigación conjunta del Instituto de Políticas Migratorias (MPI), con sede en Washington D.C., y El Colegio de México (Colmex), destaca que la mayoría de los mexicanos que retornaron a su país lo hicieron de manera voluntaria como resultado de la lenta recuperación de la economía estadounidense tras la crisis de 2008, un aumento en el optimismo sobre la economía mexicana o un deseo de reunificarse con sus familias.
Sin embargo, el endurecimiento en las políticas migratorias en EE.UU. también forzó el retorno de miles de mexicanos con sus hijos e hijas nacidos en el territorio vecino, e incluso se vieron afectados los llamados dreamers, jovenes que fueron criados en Estados Unidos desde su infancia y quienes no habían vivido en México nunca.
Los investigadores del MPI-Colmex argumentan que si bien aún existe un estigma considerable hacia la migración en retorno, el potencial y las habilidades tangibles y no tangibles de los jóvenes migrantes —entre ellas, el idioma inglés y un espíritu empresarial— deben aprovecharse en el mercado laboral. Empero, las barreras para que los jóvenes migrantes se integren a la fuerza laboral en México son altas.
Esta es justamente la oportunidad que Marcela Torres detectó: en noviembre de 2017 fundó Hola Code en la Ciudad de México. Su empresa ofrece un programa intensivo en el desarrollo de software y programación exclusivo para la comunidad de migrantes en retorno y refugiados.
“En México existe una sobredemanda de talento en el sector tecnológico. En 2018, 145,000 vacantes permanecieron abiertas”, explica la fundadora. “Por otro lado, tenemos una fuente de talento bilingüe y con características particulares en estos jóvenes que están regresando, pero que son altamente marginados y tienen dificultad para encontrar un empleo”, comenta la también CEO.
Además del idioma, Torres afirma que los jóvenes en retorno poseen lo que ella misma denomina “remesa social”: “Los chicos y chicas migrantes crecieron admirando a figuras como Steve Jobs o Bill Gates; ese espíritu empresarial y esa curiosidad por aprender han hecho del programa que ofrece Hola Code un éxito”, añade.
A partir de su fundación, el programa de entrenamiento de Hola Code ha capacitado a 70 programadores no nada más provenientes de EE.UU., sino también de Centroamérica y Venezuela.
Además, al comprender la limitada capacidad de un joven migrante para invertir en su educación a su llegada al país, Hola Code cobra sus servicios hasta que los programadores obtengan su primer puesto de trabajo. Les ofrece créditos a la medida.
Hola Code ha formado alianzas con empresas como Santander, Clip y Globant para ofrecer a los graduados su primera oportunidad laboral.
“Para una persona migrante, o incluso una persona que nunca ha trabajado en tech, es muy difícil entender la dinámica corporativa”, amplía Torres.
“En Hola Code nuestro proceso de colocación incluye un acompañamiento adecuado de nuestros graduados, así como un proceso de sensibilización con las empresas. Es un match making perfecto”, confía la entrevistada.
Hola Code también ofrece programas de inmersión a la tecnología ad hoc para corporativos y organizaciones sin fines de lucro, y pronto expandirá sus operaciones con la apertura de un segundo centro educativo, que se localizará en Tijuana. “Por la cercanía a Silicon Valley y la dinámica transfronteriza, existen grandes oportunidades para capacitar perfiles diversos, y lo queremos aprovechar”, concluye la CEO.
ATENCIÓN MÉDICA SIN FRONTERAS
De acuerdo con el Pew Research Center, en EE.UU. viven cerca de 60 millones de latinos, el equivalente a 18.3% de la población a nivel nacional, de los cuales 37 millones son de origen mexicano.
Con un PIB valuado en 2.13 billones de dólares por la organización Latino Donor Collaborative, si la población latina en EE.UU. fuera una nación, sería la séptima economía más fuerte a nivel mundial.
Pero a pesar del progreso económico alcanzado, UnidosUS reporta que 9.5 millones de latinos no cuenta con un seguro médico y varios millones más con cobertura no pueden costear todos los servicios de salud que requieren sus familias.
Pensando en la familia latina, en 2017 nació Hoy Health, plataforma de atención médica que ofrece a comunidades desatendidas acceso a profesionales de la salud, medicamentos a bajo costo y tratamiento de enfermedades crónicas vía remota.
“Nuestra compañía se creó con una misión: ofrecer medicina primaria a cualquier consumidor en cualquier parte del mundo, sin la necesidad de tener un seguro médico”, comenta Mario Anglada, CEO de Hoy Health.
Hoy Health ofrece cinco productos en alianza con farmacias, hospitales, médicos y proveedores de salud. Su plataforma digital —disponible en inglés y español desde la app móvil— almacena las transacciones e historial médico del usuario.
El primer producto es el programa Hoy- MEDS, que permite a los suscriptores acceder a descuentos en medicamentos genéricos y de patente de hasta 80%, es gratuito y al día de hoy ya cuenta con 42,000 usuarios activos y una red de 65,000 farmacias tan solo en EE.UU.
HoyRX, el segundo producto, es un programa de prepago de medicamentos en paquetes mensuales que van desde los 10 hasta los 40 dólares. Ofrece a los usuarios con recursos limitados una alternativa más accesible para administrar gastos en salud.
A través de HoyRX, los usuarios también pueden comprar medicamentos desde EE.UU. para sus familiares en el extranjero a través de farmacias afiliadas, con entrega directa en sus domicilios de 24 a 36 horas tras efectuar el pago en la plataforma.
“Del monto total en remesas que envían los latinos al extranjero, 5,000 millones de dólares se destinan a cubrir gastos de salud y 1,500 millones a la compra de medicamentos”, señala Anglada para Fortune. “A través de HoyRx ofrecemos a nuestros usuarios transparencia, conveniencia y seguridad”. HoyRX ya está disponible en México —el segundo mercado más importante de la compañía— así como en El Salvador, Guatemala, Honduras y República Dominicana. En fechas próximas arrancará sus operaciones en Colombia, Costa Rica, Nicaragua y Panamá.
El tercer producto es HoyDOC, plataforma de atención médica primaria y bilingüe que conecta a los pacientes con proveedores de servicios de salud 24/7 y evita así algunos traslados o visitas costosas.
Hoy Health también ofrece HoyCCM —programa remoto de monitoreo de enfermedades crónicas como asma, hipertensión y diabetes—, así como HoyLIFE, un kit de bajo costo que incluye los suministros mensuales que pacientes con diabetes e hipertensión requieren para monitorear su salud desde la comodidad de su hogar, disponible en EE.UU. y pronto, también en México.

PAGOS INTELIGENTES
El corredor de remesas EE.UU.-México, que durante el periodo enero-septiembre de 2019 registró 82.59 millones de transferencias de 327 dólares en promedio (Banxico), representa la segunda fuente de divisas más importante del país y el principal ingreso de 1.6 millones de hogares (datos del Inegi) para solventar manutención, salud y educación, entre otros tópicos.
Con la idea de facilitar a los migrantes el pago de facturas de sus familiares directo desde EE.UU. sin pasar por intermediarios y evitar gastos de transferencia, Edrizio de La Cruz cocreó Regalii en 2013, en la ciudad de Nueva York.
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Tras desarrollar una plataforma con capacidad de pago de facturas en tiempo real y con tecnología superior a la ofrecida por las entidades bancarias o emisores de servicios en el territorio, De La Cruz y su equipo decidieron ampliar su oferta más allá del segmento de pagos transfronterizos.
“A través de nuestra experiencia crossborder detectamos una necesidad de digitalización de pagos en el mercado mexicano y latinoamericano”, comenta Íñigo Rumayor, cofundador de la fintech que hoy opera bajo la marca Arcus.
Al día de hoy, Arcus se ha consolidado como una firma que ofrece soluciones de pagos inteligentes a instituciones financieras, retailers y empresas de servicios —desde startups hasta multinacionales que operan en EE.UU. y América Latina— que, a su vez, permiten al consumidor final integrarse de manera más rápida y fácil a la economía digital.
“Los consumidores no quieren pagar 10 facturas diferentes en 10 portales distintos, mucho menos trasladarse cuando existe la conveniencia de migrar a pagos digitales”, explica Rumayor. “Nuestra infraestructura de pagos es realmente una solución one stop para nuestros clientes”.

Si se considera que en México más de 90% de las transacciones aún se realizan en efectivo — según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2018— Arcus ofrece soluciones cash-to-digital en establecimientos como 7-Eleven, en donde el consumidor final puede realizar el pago de sus facturas de gas o electricidad, así como recargar wallets electrónicos.
Arcus también ofrece soluciones de pagos de dos vías. “Tradicionalmente, la responsabilidad del pago de facturas recae en el consumidor final, quien decide cuándo, cuánto y cómo pagar”, dice Rumayor, “pero muchas veces olvida la cantidad o la fecha de pago, incurriendo en comisiones extra o penalizaciones por retraso”.
Arcus ha diseñado un hub de pagos que reparte las responsabilidades entre el emisor de servicios, la institución financiera y el cliente final.
Facilita así la captura de facturas, habilita la opción de pagos recurrentes y, a través de notificaciones push, le recuerda al usuario el monto y fecha de sus facturas pendientes. Todo en una misma aplicación. En México, Rappi, BBVA, Santander y Walmart con su aplicación Cashi, han adoptado este tipo de soluciones de la mano de Arcus.
La firma complementa su oferta de valor con soluciones de control de tarjetas. Rumayor explica que la tasa de declinación de tarjetas en Estados Unicos por robo, fraude o extravío oscila entre 30 y 40% del total de plásticos en el mercado.
“Para el usuario final es muy problemático reemplazar su tarjeta y cargar de nuevo la información en cada una de sus aplicaciones, mientras que los bancos pierden ingresos”, comenta Rumayor.
El número promedio de tarjetas que posee una persona en Estados Unidos es de 2.69, a decir de la agencia crediticia TransUnion.
El plástico preferido de cada usuario ocupa su top of wallet en pagos de e-commerce o aplicaciones como Amazon, Uber o Spotify, entre otras.
“Para una persona migrante es muy difícil entender la dinámica corporativa”. Marcela Torres, fundadora y CEO de Hola Code
Rumayor comparte que a través de Arcus los bancos pueden mantener una conexión viva con los emisores de servicios mientras el usuario final recibe el reemplazo de su tarjeta, “con estrictos controles de privacidad automáticamente actualizamos la información de la nueva tarjeta.
Se le permite así al usuario utilizar sus aplicaciones sin interrupciones y a los bancos retener su posición top of wallet”.
Tras su exitosa Serie A para levantar capital en diciembre 2017 por 8 millones de dólares, Rumayor adelanta que entre sus planes para 2020 está levantar capital en una segunda ronda de inversión que le permita a la fintech ampliar su equipo técnico y expandir sus operaciones hacia Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú y Uruguay.
De esta manera atenderán a los más de 50 clientes que ya cuentan con soluciones inteligentes, y decenas más que están próximas a incorporar la infraestructura de pagos que ofrece Arcus.
