Netflix proyectó este año un presupuesto de entre US$12,000 millones y US$13,000 millones para realizar contenidos originales, como lo fue el caso de Luis Miguel: la serie, y parece que una parte de ese monto está enfocado para Latinoamérica.
Según Irina Kornilova, analista de medios de la firma de investigación de mercado IHS, producir contenido en diferentes lugares “evita tener que padecer las limitaciones de derechos regionales en cada país”.
México parece tener un brillo especial en la región. De acuerdo con datos de Statista, en 2016 el país representaba el 46.8% del mercado de Netflix en Latam, por lo que no sorprende que veamos cada vez más productos dirigidos al corazón de los mexicanos.
Por ejemplo, la compañía tuvo un gran acierto al estrenar, de la mano con Telemundo y la productora Gato Grande, Luis Miguel: la serie en abril pasado. Si bien la plataforma de streaming no revela su rating, Nielsen estima que 953,000 personas vieron el primer capítulo. Al parecer, Netflix no quiere desperdiciar la sed por contenidos frescos que su reporte de 2017 dejaba claro: México tiene el mayor porcentaje de usuarios en el mundo que ve Netflix todos los días.
Pero la fiebre por Luis Miguel no se limitó a impactar sólo a la televisión. Según información proporcionada por el equipo de Spotify México, durante las 13 semanas que duró la serie –del 22 de abril al 16 de julio–, los streams de Micky en esta plataforma aumentaron 152% comparado con el promedio del período entre el 1 de enero y el 21 de abril.
Eso no es todo. A partir del cuarto capítulo, el “Sol de México” rompió récords de reproducciones para un artista en el país. Un día después del estreno de ese episodio, la canción Culpable o no las disparó un 4,000%. Durante la semana posterior, 27 millones de reproducciones de la pieza musicalizaron hogares, oficinas, escuelas y fiestas. El fenómeno cruzó fronteras y se extendió a otros países como Estados Unidos, Chile y Perú. La carrera de Luis Miguel puede haber repuntado gracias a Netflix, aunque las disqueras también podrían recoger los frutos de su renacido éxito.
Cada reproducción en YouTube y Spotify se traduce en regalías. José Eseverri, director de relaciones públicas y comunicación de Spotify para Latinoamérica, afirma que “hasta el 31 de diciembre de 2017, hemos pagado más de €8,000 millones (alrededor de US$9,347 millones) en regalías a artistas, sellos discográficos y editoriales desde nuestro lanzamiento”. El beneficio para estos tres actores de la industria es ejemplo de lo que ocurre cuando un contenido original en una plataforma se traslada a otras.