Conoce más sobre el CEO de Microsoft que esta semana anunció junto con el gobierno de AMLO una inversión en México.
Microsoft anunció el jueves una inversión de 1,100 millones de dólares (mdd) en México durante los próximos cinco años a fin de crecer el acceso a la tecnología digital.
El anuncio fue hecho desde Palacio Nacional, desde donde se proyectó un video en donde el CEO de la tecnológica, Satya Nadella, manda un mensaje sobre la inversión.
¿Quieres conocer más de lo que piensa el directivo sobre el papel de la tecnología en la sociedad? Te compartimos una entrevista que le hizo el periodista Andrew Nusca a Nadella y que fue publicada recientemente por Fortune en inglés*.
En enero, escribió una publicación en LindedIn sobre el uso de la tecnología para fomentar el empoderamiento y la confianza, pero investigaciones conducidas por Pew, en 2017, sugieren que aunque más personas usarán la tecnología en la próxima década, no necesariamente confiarán en ella. ¿Cómo cerrará esa brecha?
Un libro que mi colega [el presidente de Microsoft] Brad Smith escribió se llama Tools and Weapons (Herramientas y Armas), y creo que es una buena analogía. La tecnología digital es quizá el recurso más maleable que tenemos. Puede ser tanto una herramienta como un arma. Así que hablemos primero de la herramienta y cómo empodera.
También lee: ¿En qué consiste la inversión de 1,100 mdd de Microsoft en México?
Hay tres cosas en las que debemos pensar. Primero, ¿es equitativo el crecimiento económico a partir de la tecnología? No puede aceptar que solo la industria tecnológica crezca; necesita que todas las industrias crezcan. La gran convergencia entre los mercados emergentes y desarrollados debe continuar.
La segunda es la confianza. No puede tener consecuencias indeseables. La privacidad —debe pensar en los datos y derechos a la privacidad como un derecho humano—.
Ciberseguridad: en la economía se pierde un billón de dólares más o menos debido a ataques cibernéticos, y la mayor parte del impacto lo sienten las empresas pequeñas y los consumidores—. Como proveedores de tecnología, somos los primeros en responder. Debemos construir la infraestructura central y también los procesos de ingeniería para asegurar que haya más confianza en la tecnología.
La tercera es la sostenibilidad. No puedes hablar de crecimiento o confianza sin pensar en no destruir el planeta.
Claro. Pero cuando los consumidores ven que las empresas tecnológicas hacen mal uso de su información personal, o se enteran de que han sido víctimas de violaciones de datos, ¿cómo puede la industria recuperar su confianza?
Podemos aprender mucho de otras industrias que han pasado por esto. Por ejemplo, ¿por qué confío en lo que como y en las leyes y regulaciones de seguridad alimentaria? Para nosotros, todo inicia en asignar talento y recursos para pensar en las consecuencias no intencionales de la tecnología que construimos.
Piensa en la ética de la inteligencia artificial. Si introduces un modelo que, digamos, es construido con base en un corpus de lenguaje humano, va a tener bastantes sesgos con base en los datos en los que se entrene.
La primera manera de protegernos contra eso, para empezar, es tener un equipo diverso que construya el modelo. No abdicamos el control. ¿Contamos con procesos internos para garantizar más diversidad en nuestros equipos? Tenemos procesos de ingeniería para escribir códigos seguros, pero, ¿cuál el es equivalente moral?
Ese es el tipo de trabajo que debemos realizar. Pero habrá leyes y regulaciones que la sociedad deberá elaborar. La combinación de estas dos cosas nos ayudará a confiar en la tecnología.
¿Cómo cree que Microsoft debe ser regulada?
No podemos esperar a los reguladores, así que la pregunta es: ¿cómo nos regulamos nosotros mismos? Por ejemplo, tomamos el GDPR (Reglamento General de Protección de Datos, de la Unión Europea) y dijimos: “Cumplamos con él, pero más aún, vamos a tomar los derechos de datos y a ponerlos a disposición en todo el mundo”, porque espero que en Estados Unidos haya más regulaciones federales en torno [a la privacidad de datos] y leyes que debamos seguir.
Cuando esta revista (en su edición estadounidense) escribió sobre usted en 2016, Microsoft estaba a punto de alcanzar un precio máximo por acción. Ahora está tres veces arriba de eso. Su gran apuesta fue la nube. Y eso ha sido redituable, pero su crecimiento explosivo ha comenzado a aminorar. ¿Qué sigue?
La informática se ha integrado en un mundo de personas, lugares, cosas. Hay una creciente digitalización, a gran escala, en la economía. Todavía estamos en los inicios. La industria tecnológica es solo el 5% del PIB.
Será el 10% del PIB. Pero la pregunta es, ¿qué hace el otro 90% con toda esta tecnología? No necesito mirar alrededor para ver lo que sigue, sino ver justo frente a nosotros. ¿Qué hacemos en agricultura de precisión? ¿Cómo mejoran los resultados médicos? ¿Cómo se vuelven más personalizados el comercio electrónico y minorista? ¿Cómo se vuelve más inclusiva la banca?
Hoy, hace seis años, se anunció que se convertiría en el tercer director ejecutivo de Microsoft. ¿Cuál es el peor consejo que recibió?
Mirar en el espejo retrovisor y pensar que lo que condujo al éxito de alguna manera conducirá a más éxito. Y no es así. La historia regresará y lo morderá en el trasero. Eso es lo que pienso yo. Tiene que tener una mentalidad de aprendizaje para ir hacia adelante. No es determinista. No hay un derecho otorgado por Dios que indique que, como lograste algo, lo lograrás de nuevo.
*La entrevista completa aparecerá en la edición de abril de Fortune en Español