El operador móvil europeo Vodafone y la firma de equipos Nokia están poniendo manos a la obra.
La luna está a punto de obtener su primera red móvil, gracias la europea Vodafone y la firma de equipos Nokia.
Las compañías ya están trabajando con científicos de medio tiempo, llamados PTScientists, en lo que esperan sea el primer aterrizaje lunar con financiamiento privado.
El fabricante de automóviles Audi es otro gran socio en esta misión, que originalmente se suponía tendría lugar este año, pero ahora está programada para 2019.
Según el plan, un cohete SpaceX Falcon 9 tendrá dos rovers -vehículos de exploración espacial- fabricados por Audi.
Entonces, ¿para qué sirve la red móvil? Los rovers necesitarán poder comunicarse entre ellos y los socios afirman que una red móvil 4G será mucho más eficiente en energía que la radio analógica.
Podremos apreciar la primera transmisión de video HD en vivo desde la superficie lunar.
Este martes anunciaron que una pequeña red móvil especialmente desarrollada e instalada en el módulo haría posible enviar a casa “la primera transmisión de video HD en vivo de la superficie de la Luna”, a través de un enlace de espacio profundo conectado, por supuesto.
La tecnología móvil 4G por sí sola no permite transmisiones de más de 239,000 millas, sin importar quién sea el operador.
Los rovers “se acercarán y estudiarán con cuidado el vehículo lunar Apolo 17 de la NASA, que fue utilizado por los últimos astronautas para caminar sobre la Luna en 1972”, expresó Nokia en un comunicado.
Si bien la idea de una red 4G en la luna puede parecer algo frívola, tiene sentido probar la viabilidad de una tecnología comercial en un entorno espacial. Y las alianzas corporativas de alto perfil deben ser muy útiles para los PTScientists, con sede en Berlín, que una vez esperaban ganar el desafío Lunar XPrize de Google (GLXP).
Google anunció el mes pasado que el desafío de una década de duración estaba terminando sin un ganador por el premio de 30 millones de dólares, ya que ninguno de los equipos pudo tener sus robots en la luna antes de la fecha límite, el 31 de marzo de este año.
“Si bien el gran premio no será reclamado, no creemos que esto signifique que no hay ganador. Todo lo contrario: el GLXP proporcionó inspiración y un incentivo para que personas de todo el mundo se unieran y trabajaran por un sueño compartido de aterrizar en la luna”, escribieron los científicos en ese momento.