La industria de la construcción global de US$10 billones finalmente se está volviendo digital, empleando un software para agilizar procesos, recortar desperdicios y automatizar muchas tareas del sitio de trabajo.
Se esperaban algunas eficiencias. ¿Pero una revisión completa de la forma de hacer negocios?, eso nunca lo vieron venir.
En el sitio de construcción de One Dalton, una lujosa torre residencial de 61 pisos que se eleva sobre Back Bay de Boston, allí se encuentran las características de un sitio de construcción importante: personas con cascos y chalecos neón, el ruido constante de los camiones de diésel, una grúa masiva que mueve herramientas y materiales a lo largo de una fachada sin terminar. Aunque algo que no verás mucho es papel.
Las poleas antes ubicuas de dibujos de diseño de gran tamaño y planos que normalmente ensucian cada superficie plana en cualquier lugar de trabajo han desaparecido; han sido reemplazadas por tablets y aplicaciones para teléfonos inteligentes, algunas de las cuales incluso están hechas por Suffolk Construction, un constructor con sede en Boston que desarrolla One Dalton.
Para casi cualquier otra industria, un cambio del mundo físico al digital se vería medio caduco en 2018. No obstante, para una industria global de la construcción de US$10 billones que se está poniendo al día con la tecnología, está demostrando ser rotundamente revolucionaria.
El sector global de la ingeniería y la construcción tiene la doble distinción de ser una de las industrias más grandes del planeta, pero una de las menos eficientes. Según cálculos, los proyectos de construcción pierden hasta un tercio de su valor en desperdicio.
De acuerdo con McKinsey & Co., el crecimiento de la productividad en la industria ha promediado solamente un 1% cada año en las últimas dos décadas, en comparación con una tasa de crecimiento del 2.8% para la economía global en general.
“La industria nunca invirtió realmente en tecnología o TI”, dice Steffen Fuchs, socio de McKinsey que se especializa en productividad de capital. “Así que ha funcionado de la misma manera desde la década de 1940”.
Para cerrar la brecha y obtener una parte de los US$1.6 billones en ahorros de costos que la industria podría obtener si alinea su productividad con otros sectores, las empresas de construcción (finalmente) están aprovechando tecnologías como I.A., data analytics en la Nube y mobile computing para impulsar la eficiencia y aumentar los márgenes. Y por primera vez, la industria tecnológica está presente en el sitio de trabajo con las herramientas adecuadas.
Desde 2013, la tecnología de la construcción ha recibido más de US$18,000 millones en inversiones acumulativas, según McKinsey. Los gigantes de software de Silicon Valley, en particular, han gastado últimamente en este renglón.
En febrero, Oracle adquirió Aconex por US$1,200 millones (después de gastar alrededor de la mitad de lo que desembolsó para Textura en 2016); en abril, el gigante de posicionamiento global Trimble adquirió Viewpoint por US$1,200 millones; y en julio, Autodesk compró Assemble Systems por una suma no divulgada.
Autodesk puede exigir una parte del crédito por desencadenar el cambio a través de su empuje hacia el desarrollo de modelos de información. BIM, como se sabe, se refiere en general al uso de modelos digitales tridimensionales en lugar de planos en 2D para representar edificios y estructuras.
Antes de BIM, los dibujos arquitectónicos explicaban a los constructores cómo debería ser una estructura; sin embargo, no cómo debería construirse, una desconexión por la que los constructores se vieron forzados a diseñar soluciones a medida en el sitio de trabajo.
“En lugar de realizar un proyecto de ingeniería inversa, como se hacía tradicionalmente, ahora tenemos una silla en la mesa en el proceso de diseño”, señala John Cannistraro Jr., quien dirige una empresa de construcción mecánica con sede en Watertown, Massachusetts.
Además, BIM ha habilitado la recopilación y el almacenamiento, en formato digital, de la enorme cantidad de datos de proyectos que se encuentran ahora en el centro de la transformación digital de la industria.
Las compañías de tecnología están extrayendo esa información para obtener datos que puedan aumentar la eficiencia de los proyectos actuales y futuros, al transmitir información en tiempo real directamente a los dispositivos móviles de los constructores.
Los observadores creen que la digitalización actual de la industria de la construcción tiene el potencial para reformar no sólo un sector, sino también todo el “mundo construido”, un término para todos los entornos hechos por el hombre.
“En muchas industrias [las compañías de tecnología] están replanteando las tecnologías existentes”, opina Koji Ikeda, analista de investigación de capital en Oppenheimer & Co.
“En la construcción, no sólo están replanteando tecnologías heredadas, sino la forma en que la industria hace negocios”, sentencia.
No hay que buscar más allá de One Dalton. “Desde el punto de vista de diseño, todavía somos inferiores”, afirma Jim Grossmann, director nacional de operaciones de construcción de Suffolk. “Y la única forma en que los alcanzaremos es a través de estas tecnologías”, concluye.
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Por Clay Dillow