La tecnología vestible muestra la ubicación exacta y recorrido que hacen los soldados por distintas zonas.
Cuando Strava, la empresa de GPS enfocada a deportistas publicó el año pasado un mapa de calor sobre la actividad de cada usuario en todo el mundo, probablemente no esperaba que los datos arrojados causarán un escándalo de seguridad nacional, sin embargo así fue.
Durante el pasado fin de semana, un analista australiano llamado Nathan Ruser se dio cuenta de que el mapa mostraba claramente actividades alrededor de las bases militares de Estados Unidos en regiones devastadas por la guerra.
Esto, debido al rastreo de la app sobre las pulseras Fitbit -que monitorean la actividad física de las personas- de los soldados.
Mientras que lugares en América del Norte y Europa, por ejemplo, muestran toneladas de actividad de seguimiento del ejercicio, hay lugares donde resulta incierto analizar quién podría adquirir estos lujosos dispositivos: la única respuesta es que son soldados o trabajadores humanitarios.
“Strava lanzó su global hotmail. 13 trillones puntos GPS de los usuarios (desactivar uso compartido de datos es una opción). Se ve muy bonita, pero no resulta ser maravilloso para Op-S. Las bases militares son claramente identificables y asignables” así lo expresó Nathn Rusen a través de Twitter.
Los tuits de Ruser llevaron a los periodistas a verificar las actividades alrededor de las bases militares que ya conocían, en lugares como Irak y Somalia, e incluso a identificar las bases que no eran deL conocimiento común.
Esta información podría ser utilizada para planear ataques a soldados, ya que muestra dónde es probable que estén y esencialmente planifica sus rutas de suministro.
Según el diario The Washington Post, el Comando Central de Estados Unidos ahora está “investigando el asunto”.
La información arrojada por las Fitbit podría ser utilizada para planear ataques a soldados.
Los usuarios de la aplicación Strava pueden desactivar el seguimiento de la ubicación, pero eso depende de ellos. Cuando el Pentágono distribuyó miles de pulseras Fitbit entre su personal -con el fin de combatir la obesidad- no está claro qué restricciones o precauciones tomaron.
“Nuestro mapa de calor global representa una vista agregada y anónima de más de mil millones de actividades cargadas en nuestra plataforma. Excluye las actividades que se han marcado como zonas de privacidad privadas y definidas por el usuario. Estamos comprometidos a ayudar a las personas a comprender mejor nuestra configuración para que tengan control sobre lo que comparte “, dijo Strava en un comunicado enviado por correo electrónico.
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Este parece ser un caso en el que las personas simplemente no piensan en las implicaciones de los datos personales que transmiten cuando usan un rastreador de actividad física y le permiten conectarse constantemente a un servicio basado en la nube.
Sin embargo, múltiples estudios han demostrado que muchos de estos dispositivos también carecen de seguridad que puede dejar expuestos los datos de salud de los usuarios.