Un seguro de vida no sólo está diseñado para cubrir riesgos personales, sino para constituir fondos de ahorro.
Por Jaime Massieu*
Es común pensar que un seguro de vida esta diseñado para otorgar una cobertura a beneficiarios cuando el asegurado fallece. Cierto, ¡pero hay mucho más que esto! Son instrumentos que favorecen la construcción del patrimonio familiar.
Un seguro de vida es un instrumento de inversión que en varias de su versiones ofrece una tasa garantizada de largo plazo y que otorga coberturas ante eventualidades y riesgos materializados que inesperadamente sufre el asegurado. Tal es el caso de los seguros denominados Ordinarios de Vida y Dotales.
Si consideramos la posibilidad de poner todo en un solo instrumento de inversión como lo son tasas garantizadas de largo plazo, construcción de valores garantizados (ahorro acumulativo en el tiempo) y en muchos casos beneficios fiscales, los seguros de vida Ordinarios de Vida y Dotales, son los instrumentos financieros por excelencia, más allá de fondos de inversión, PRLVs, o instrumentos bancarios diversos.
Los “Ordinarios de Vida” son seguros de sobrevivencia hasta la edad de 99 años, construyen valores garantizados pudiendo retirarlos total o parcialmente a lo largo del tiempo, cubriendo desde luego riesgos personales como el fallecimiento.
Un producto Dotal, al igual que el Ordinario de Vida, es también de sobrevivencia que construyen valores garantizados pero a un plazo determinado, que de alcanzarse la aseguradora entregará la “dote” o importe de la suma asegurada al contratante de la póliza.
Como se describe, ambos se convierten en instrumentos financieros relevantes en la construcción del haber personal, además de ofrecer coberturas de riesgos personales que amén del fallecimiento, está la Incapacidad Total y Permanente, Pérdidas Orgánicas, Pago de Primas en caso de Incapacidad Total o Permanente, o inclusive el Pago de Primas en caso de Desempleo, según sean contratadas.
Por tanto, un Seguro de Vida no sólo está diseñado para cubrir riesgos personales como los descritos sino para constituir fondos de ahorro jugando así un papel fundamental en el patrimonio de las personas, incluyendo la creación de fondos de ahorro para emergencias.
Consulta con tu agente profesional de seguros porque un seguro de vida ¡no solo es para la muerte!
*Jaime Massieu es vicepresidente ejecutivo de Axa México y profesional en la administración de empresas.
Las opiniones de este artículo son responsabilidad del autor e independientes de la línea editorial y postura de Fortune en Español.