Para 2030 la mayor parte del territorio mexicano estará en condiciones de estrés hídrico, escasez o absoluta escasez, de acuerdo con expertos.
Por Hugo Contreras*
El Reporte de Riesgos Globales del Foro Económico Mundial 2020 coloca al agua como uno de los mayores riesgos a los negocios en el mundo. México presenta un panorama particularmente crítico.
De acuerdo con algunos expertos, para 2030 la mayor parte del territorio mexicano se encontrará en condiciones de estrés hídrico, escasez o absoluta escasez.
Esta proyección solo considera el aumento de la demanda de agua derivada del crecimiento demográfico. Si incluimos otras variables como crecimiento económico o el efecto del cambio climático, el escenario es más preocupante.
Los riesgos derivados de la escasez hídrica tienen múltiples dimensiones. El agua es vital para la supervivencia humana y también es un insumo esencial para la producción de alimentos, generación de energía y otras actividades económicas, además de ser primordial para mantener la salud de los ecosistemas. Estos retos hacen evidente que, si queremos mitigar los riesgos hídricos, debemos actuar de manera conjunta.
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El enfoque de acción colectiva nos permite entender mejor los costos y beneficios de cada decisión y así, facilitar la identificación de soluciones y priorizar mejor las estrategias.
Tal es el caso del uso de soluciones basadas en naturaleza o verdes como, por ejemplo, mejorar el manejo de suelos en las actividades agropecuarias, restituir bosques, ampliar las zonas verdes urbanas, entre otras, que han probado ser muy efectivas en combinación con las soluciones tradicionales como presas, plantas de tratamiento y sistemas de alcantarillado pluvial.
Sin embargo, aún más importante que elegir las mejore estrategias, es fortalecer la gobernanza del agua mejorarando el marco regulatorio e institucional, generar información suficiente y adecuada para los tomadores de decisión y fomentar una cultura del agua que responda ante estos retos.
Por ello, TNC, BID, Fundación FEMSA, FMAM e IKI en el marco de la Alianza Latinoamericana de Fondos de Agua, han desarrollado una solución que construye una visión de largo plazo y fomenta la acción colectiva a partir de la participación de actores del sector público, privado y de la sociedad civil, de manera que, mediante estudios basados en ciencia, se propongan soluciones y proyectos innovadores, al tiempo que contribuyen a fortalecer la gobernanza del agua. Este modelo denominado Fondos de Agua ya se ha replicado en 25 ciudades de América Latina.
En México, la Alianza impulsa la creación de Fondos de Agua en diversas ciudades del país. Éstos reúnen a actores de los distintos sectores para juntos resolver los retos hídricos que sus respectivas ciudades enfrentan. Actualmente hay dos Fondos creados en Monterrey y Ciudad de México y dos más en proceso de creación en Guanajuato y Zacatecas.
El denominador común de estos casos, además de sus elevados riesgos hídricos, es el marcado interés de la sociedad de participar en la construcción de un futuro con agua.
En suma, uno de los mayores retos que enfrenta nuestro país es el de lograr seguridad hídrica y para resolverlo, se requiere del compromiso de todos. Los fondos de agua son mecanismos que facilitan esta coordinación a partir de elementos científicos objetivos y con una visión de largo plazo.
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*Director de Seguridad Hídrica, The Nature Conservancy
Este texto es parte de la edición de marzo de la revista. Las opiniones de este artículo son responsabilidad del autor e independientes de la línea editorial y postura de Fortune en Español.