Por: Alberto Torrijos, socio líder de la industria automotriz en Consultoría Deloitte México
El sector de proveedores en la industria automotriz está inmerso en un ciclo evolutivo que está obligando a todos los jugadores a tomar decisiones sobre el futuro de su negocio y sobre todo a ejecutar acciones en relación a los retos que genera la ola de disrupción tecnológica.
De acuerdo con el Diálogo con la Industria Automotriz 2018-2024, elaborado por la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), la industria de autopartes en México es un importante generador de empleos: de los 1.9 millones de trabajos que generó el sector automotriz en 2018, 898 provienen de los diversos Tiers.
Asimismo, se ha posicionado como uno de los sectores más dinámicos y competitivos a nivel mundial; al cierre del 2018, México se mantuvo como el quinto productor, por debajo de China.
Con todos los cambios vertiginosos pareciera imposible detectar a qué rubros es necesario prestar atención.
Sin embargo, dentro del marco de nuestro más reciente estudio denominado “Global Automotive Suppliers Study”, hacemos énfasis en las cuatro fuerzas que están impactando la industria de autopartes en todo el mundo y las cuales expongo a continuación:
- Sistema eléctrico: no es una novedad que muchas de las compañías de esta industria estén invirtiendo en sistemas eléctricos, para 2025, se estima que habrá entre 25 y 30 millones de vehículos ligeros de pasajeros en carretera equipados con algún tipo de motor eléctrico. En México, el compromiso para 2025 es solo utilizar autobuses de emisión cero.
- Movilidad compartida: las preferencias de las nuevas generaciones, el aumento de clientes urbanos que prefieren los servicios de transporte compartido, junto con la saturación de teléfonos inteligentes y las redes avanzadas de 5G, harán que la movilidad compartida sea aún más accesible y prolífica.
- Convergencia tecnológica: el cambio en la tecnología y la funcionalidad del vehículo -como la proliferación de software, los avances en la conducción autónoma-, han llevado a una convergencia de los automóviles con la tecnología, por lo que hoy más que nunca los proveedores de hardware y software tienen un valor significativo.
- Nuevos competidores: grandes jugadores de tecnología y electrónica de consumo están ingresando a la cadena de valor automotriz para desafiar los modelos comerciales existentes, presionando a los proveedores tradicionales para que innoven rápidamente y eviten que sus pares y rivales se muevan más rápido.
Estas fuerzas tendrán un papel fundamental en la manera en la que el segmento de autopartes se desarrolla y genera ingresos, pero es importante mencionar que no todas se verán afectadas de la misma manera.
Pues dependen en gran medida del producto que ofrecen al mercado, por ejemplo: fabricantes de productos electrónicos, baterías, y nuevos proveedores están en un periodo de crecimiento, pues ya colaboran para desarrollar activamente nuevos modelos y ecosistemas de negocio.
Contrario a los segmentos tradicionales como asientos, carrocería e interiores, que se encuentran estancados, pero la movilidad del futuro promete a estos proveedores una oportunidad para impulsar la innovación y diferenciación de sus productos.
Finalmente, existe un tercer segmento conformado por productos como frenos, sistema de inyección, el cual tendrá que invertir en mercados en crecimiento y con menos avance tecnológico, para así no perder la batalla de la digitalización.
Ante este panorama, es muy importante entender que este sector sigue teniendo un gran potencial y para poder hacer frente a los cambios constantes.
Es necesario saber en dónde está parada cada compañía, evaluar la cartera de negocio y modificar la manera en la que trabajan para decidir qué parte del negocio se quiere expandir, defender o modificar y así permanecer en el mercado. No es cuestión de modernización, es cuestión de supervivencia.
Las opiniones de este artículo son responsabilidad del autor e independientes de la línea editorial y postura de Fortune en Español.
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