Debemos considerar la posibilidad de tener que pagar más de un deducible porque el virus se contagia con mucha facilidad.
Por Lorenzo Gallardo*
En los últimos dos meses, el coronavirus ha puesto al mundo de cabeza y nos ha enfrentado a nuevas realidades en la vida que difícilmente imaginaríamos hace no mucho tiempo; por tanto, merece ser considerado en nuestros simulacros financieros familiares en el futuro.
Se realizan simulacros en negocios y escuelas con el objetivo de suponer qué sucedería en caso de un incendio, un terremoto, una fuga de gas o cualquier situación que ponga en riesgo a quienes se encuentran en cierto lugar.
De igual manera, debemos hacer un simulacro financiero familiar con la intención de imaginar qué escenarios enfrentaríamos en caso de presentarse algún evento que pueda afectar las finanzas dentro de la familia.
Se requeriría mucha creatividad para concebir que podría tocarnos vivir un evento como el generado por la pandemia, y es poco probable que alguien lo considerara antes en sus simulacros financieros familiares, pero ahora que lo sabemos vale la pena echar un vistazo a cómo puede afectarnos.
De acuerdo al reporte de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) del 27 de abril, el costo promedio de la atención médica para tratar el COVID-19 en un hospital privado ha sido de 347,000 pesos para pacientes que se atendieron con su seguro de gastos médicos mayores.
El mismo reporte menciona que el caso de mayor monto indemnizado a consecuencia de esta enfermedad ha sido de 14.4 millones de pesos.
También lee: El plan de las aseguradoras para llegar a las generaciones jóvenes
Estas cifras nos recuerdan la importancia de tener un seguro de gastos médicos mayores, y en nuestro simulacro debemos considerar la posibilidad de tener que pagar más de un deducible porque el virus se contagia con mucha facilidad.
No hay que olvidar que el deducible y coaseguro de las pólizas se pagan por cada padecimiento que tenga el titular.
Cuando adquirimos o renovamos nuestras pólizas evaluamos el costo-beneficio de deducibles más altos para disminuir el precio de las pólizas, lo que en estos casos puede implicar un desembolso significativo en caso de que dos o más familiares requieran hospitalización de forma simultánea.
Por otro lado, hay que cerciorarnos de contar con una suma asegurada suficiente, máxime si nuestra póliza es como prestación en la empresa, pues son excelentes planes pero la suma asegurada suele ser menor que la requerida para padecimientos muy costosos.
En tales escenarios es recomendable evaluar la conveniencia de contratar un seguro como complemento al de la prestación.
El coronavirus nos ha puesto a prueba para ver si las decisiones que tomamos en los últimos años fueron acertadas o no, ya que el quedarnos en casa por un periodo tan prolongado representa, en algunos casos, no percibir ingresos temporalmente, y en otros incluso perder el empleo, lo que nos deja dependientes en exclusiva de los ahorros disponibles en ese instante.
Si en años anteriores supimos controlar los gastos personales, evitamos deudas innecesarias y nos preocupamos por formar un ahorro para casos excepcionales, tales decisiones hoy nos ayudarán a afrontar con mayor facilidad esta situación.
Lee también: Opinión | Enfermedades amenazan las finanzas de mujeres
* El autor es socio director de Lenken, dedicado a la planeación patrimonial, auditorías de seguros personales y diseño de planes de retiro.
Las opiniones de este artículo son responsabilidad del autor e independientes de la línea editorial y postura de Fortune en Español.