La pandemia ha causado la caída más rápida de los mercados en los últimos 100 años; sin embargo, existen acciones que muestran capacidad de recuperación.
Por Tali Salomon*
“No intentes atrapar un cuchillo que cae”, advierte el adagio, pero ¿cómo sabemos cuándo ha dejado de caer? Es una pregunta que conflictúa a los inversionistas, mientras evalúan sus carteras en medio de la pandemia mundial de nuevo coronavirus. Los mercados de valores de Estados Unidos tardaron sólo 21 días en pasar de su punto máximo al territorio del mercado bajista.
Esto es más rápido que cualquier reversión de los últimos 100 años, incluido el crack de 1929, que tomó 42 días. En el siglo pasado, ningún mercado que hubiera caído 30% salió del bear market rápidamente. Sin embargo, algunos sectores se recuperaron con más agilidad. Para los inversionistas tiene sentido explorar cuáles eran éstos, así que comencemos con el colapso más reciente.
Placeres sencillos
En 2008, la crisis financiera mundial se desencadenó por la oferta de hipotecas cada vez más riesgosas por parte de los bancos. Dado que fue impulsada por una deuda tóxica, no es sorprendente que los bancos salieran de esta crisis de la peor forma. La construcción, tan dependiente del crédito, también sufrió. Los proveedores de artículos de lujo se vieron afectados.
Sin embargo, hubo un puñado de ganadores. Netflix, entonces ofrecía principalmente rentas de DVD; su servicio de transmisión por Internet había comenzado en 2007. El día en que se derrumbó Lehman Brothers, el precio de las acciones de Netflix se situó en 4.02 dólares; un año más tarde había aumentado en más de 50%, a 6.09 dólares.
Otra acción para capear la tormenta fue Amazon, con un aumento más modesto (8.43%) en el mismo período, por la tendencia entre los consumidores de optar por pequeños gustos en lugar de gastar en placeres extravagantes.
Hoy, con un aislamiento cada vez más estricto, Amazon y Netflix vuelven a mostrar signos de resistencia. Al momento de escribir este análisis, Amazon solo había cedido un terreno insignificante desde finales de febrero, mientras que Netflix había retrocedido 6%, pero estaba de nuevo en trayectoria ascendente.
Burbujas preciosas
En marzo de 2000 comenzó el fin de la burbuja de las punto com, provocada por valuaciones poco realistas en las empresas, particularmente las de tecnología. Los inversionistas habían disfrutado enormes ganancias en los seis años anteriores, sólo para verlas desaparecer. El Nasdaq cayó 78% entre el primero de marzo de 2000 y el 31 de octubre de 2002.
Muchos inversionistas huyeron hacia las mineras de metales preciosos, impulsando una escalada de seis años para el sector. Entre 2002 y 2008, la minera de cobre Antofagasta acumuló una ganancia de 629%, mientras que Barrick Gold se disparó en 236%. Las acciones de mineras de oro han subido después de los mercados bajistas de 1981, 2001 y 2008, según lo reportó el Índice de Mercado Barons Gold.
¿Y qué hay del coronavirus?
Hay que prestar mucha atención a lo que provocó cada caída, siempre. Por ejemplo, la pandemia ha causado un shock de oferta, ya que los gobiernos han forzado el cierre temporal de negocios.
Por esta razón, los supermercados se han mantenido relativamente resistentes, ya que los inversionistas aprovecharon el crecimiento de las ventas en línea y las compras de aprovisionamiento de la población.
Si bien Walmart perdió 14% entre diciembre y marzo pasados, se recuperó y hoy está por encima de sus niveles previos a la crisis.
La cadena estadounidense Kroger mantiene una moderada tendencia de alza, a pesar de la volatilidad.
La británica Sainsbury’s conserva el nivel de noviembre de 2019, mientras que Morrisons y Tesco permanecen en el umbral de agosto. Lo mismo sucede con la holandesa Ahold Delhaize, que volvió a sus niveles precrisis.
Por supuesto, los comportamientos históricos, por sí solos, no son una guía para el rendimiento futuro. Los inversionistas deben evaluar a los mercados con un enfoque en la generación de ingresos y en la resistencia frente al panorama macroeconómico, sin descuidar los datos fundamentales en el más largo plazo.
*La autora es directora general de eToro para España y Latinoamérica.
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