Guiada por su instinto, Ivana de María creó StoryPlace, una plataforma para contar historias reales y generar empatía en el mundo.
Luego de graduarse en finanzas y derecho en una universidad en Boston, el siguiente paso profesional de Ivana de María fue mudarse a Los Ángeles para estudiar actuación. “No fue un momento de locura, actuar siempre fue mi plan”, confiesa.
Una vez viviendo en esta ciudad de California, muy pronto “me desesperó el sistema de la industria y el entretenimiento, especialmente la poca credibilidad que había del actor”. Analizando las cosas, vio que existía una oportunidad “para crear tu propio contenido”.
Un proyecto paralelo le trajo un pensamiento permanente: ¿cuántas historias en el mundo no han sido contadas? Para Ivana, cada historia tiene una oportunidad de aprendizaje y es de utilidad para alguien más en el mundo. ¿Cuántas historias y aprendizajes no se han perdido?
Esto la motivó a crear StoryPlace, una app disponible a partir del primero de diciembre en la App Store. La aplicación se dividirá por temas y cada semana habrá uno nuevo. Los usuarios podrán subir historias personales fijadas a la ubicación donde sucedió. El objetivo es generar una base de datos de anécdotas geolocalizadas.
Y lo más importante, de acuerdo con su fundadora, que sea una plataforma sin ego para contar historias reales que ayude a conectar a las personas y crear empatía en el mundo. “Al final del día, todo lo que hago –sea actuar, producir, escribir o una app– es contar historias. Me considero una storyteller”, dice convencida.
FORTUNE EN ESPAÑOL: ¿Cuáles fueron los pasos que seguiste para construir el modelo de negocio de StoryPlace?
IVANA DE MARÍA: Hace como año y medio surgió la idea. En lo personal, soy muy visual, así que lo primero que hice fue dibujar en un cuaderno las pantallas de la plataforma como yo me las imaginaba. ¿Cómo se hace una app? No tenía ni idea.
Fui con un desarrollador en Estados Unidos; pensé que por ser un proveedor chico me iba a ahorrar dinero, aunque aprendí que muchas veces ahorrar dinero te cuesta más caro. Acabé yendo con otro desarrollador, una travesía y todo un camino de aprendizaje porque en realidad no sabía lo que estaba haciendo.
Sin embargo, me preparaba lo más posible y, por otro lado, siempre he sido una persona que se guía mucho por instinto. Eso muchas veces puede causar inseguridad porque ¿cómo justificar un sentimiento intangible? Especialmente para personas de negocios puede ser algo que conflictúa.
Quieres una razón, algo real y no solo tu instinto. Me di cuenta que el instinto al final del día es una combinación de situaciones que has vivido en tu vida, de experiencias, de personas que has conocido, pláticas que has tenido, historias que has escuchado. Por lo que el instinto no es tan intangible en realidad, es bastante sentido común si piensas en todo lo que has vivido.
Entonces, eso fue lo que me empezó a guiar en el camino para crear la app. Me asesoré con las personas que más pude, tomé curso online y otro en San Francisco sobre tecnología e innovación.
También aprendí que hacer un modelo de negocio de una app es muy diferente a uno de un producto tangible. No tienes costos ni números tan reales. Es más bien una cosa muy intangible que puede dar mucho miedo, especialmente en la cultura latina, pues creo que estamos más acostumbrados a confiar en lo tangible que en lo intangible.
Los últimos ocho meses volví a empezar todo. Con un nuevo desarrollador, ya tenía el plan de negocio en mi cabeza, aunque no sabía cómo ponerlo por escrito ni darle forma. Aprendí mucho sobre cómo funcionan los inversionistas de tecnología y a encontrar la manera de no tener inversionistas hasta el lanzamiento, lo cual logré. Estoy muy feliz pero obviamente conlleva riesgos.
Hoy, StoryPlace ha tomado bastante forma. Puede sonar muy sencillo hacer una app; sin embargo, es una industria completamente diferente.
F. En medio de un gran bombardeo de información, ¿cómo conseguirás que StoryPlace logre posicionarse y sea adoptada por el público?
I.D.M. El problema no es que haya tanta información, sino que hay poca verdad. Creo que la gente se da cuenta cada vez más de eso y, por lo tanto, buscan más cosas que tengan más sustancia.
Creo que cualquier contenido, al final del día, es una historia o la base es una historia. Cuando le sumas la palabra “real” a historia, le da un valor agregado único, y considero que las personas aprecian eso. De alguna manera veo que el mercado y las generaciones están yendo más por un camino de querer verdad y simplicidad –menos es más–.
En este sentido, ojalá que StoryPlace como plataforma ofrezca un lugar donde puedan encontrar esa verdad y también una plataforma social que mantiene esa identidad social; sin embargo, el propósito tiene que ver más con algo más grande que solamente una comunicación social.
Tiene que ver con crear más empatía en el mundo y con separar el hecho de estar de acuerdo con alguien para poder leer su historia. Escuchar y estar de acuerdo no es lo mismo, la gente no diferencia estas dos cosas. Al final, esto es lo que quiero lograr: un mundo más empático.
“Hay una nueva moneda de cambio: las historias. Así, Quien tiene la mejor historia y sabe contarla, tiene el poder”.
F. ¿Cómo monetizas tu modelo de negocio?
I.D.M. Hoy, el valor real de las bases de datos está en los datos. Como plataforma nosotros no creamos contenido, solo lo cargamos. Nuestro modelo de monetización tiene dos partes. Una es crear un comercio a través del mapa de StoryPlace: un restaurante, por ejemplo, elige una ubicación y adquiere su lugar. Nosotros lo colocamos en el mapa.
Los usuarios pueden pinear sus historias en el lugar específico. Así, el restaurante ya no solo tiene una presencia en el mapa, sino también un constante flujo de contenido de historias reales que pasan ahí. Esto le da una perspectiva única a este negocio, pues no son reviews ni opiniones o críticas de la comida, son historias de lo que está pasando en cada mesa de ese lugar o de qué hablan las personas. Considero que esa información es muy valiosa para la empresa: desde aprovecharla para hacer publicidad o una campaña, o quizá se da cuenta que en su restaurante suceden muchas citas, por lo que en el día de San Valentín decide hacer algo súper romántico para sus clientes.
El otro lado es monetizar los temas. Cada semana se publicará una categoría feature. Esta será brandeada por alguna marca que quiera aprovechar, por ejemplo, la semana de Navidad con “Historias navideñas por (nombre de la marca)”. Todos los usuarios pueden subir historias que tengan que ver con el tema. Y estas pueden ser usadas para publicidad, pero lo más interesante es que es de manera orgánica. Al final, la marca obtiene una base de datos de historias que puede usar libremente.
F. De profesores, mentores, inversionistas, socios o amigos. ¿Algún consejo que te hayan dado y que te gustaría compartir?
I.D.M. Uno que tengo muy presente tiene que ver con el concepto de suerte. Muchas veces es fácil quitarse crédito dándoselo a la suerte.
Una vez mi hermano me dijo: “mira, la suerte es el lugar en donde la preparación y la oportunidad se conocen. Tú puedes estar preparado toda tu vida, pero si no te llega esa oportunidad pues lástima.
Pueden llegarte todas las oportunidades, pero si no estás preparado pues lástima”. La suerte es esa combinación de dos cosas y requiere de trabajo y esfuerzo, de todo lo que has hecho en tu vida y todo lo que estás haciendo constantemente para que cuando llegue esa oportunidad estés listo. Fue como la lección de no quitarte crédito y realmente creer en lo que estás haciendo.
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