Tres veces al año, las Naciones Unidas revisan los registros de derechos humanos de catorce países en forma rotativa y emiten recomendaciones.
Los números de Arabia Saudita y China aumentaron esta semana, luego de admitir el asesinato, patrocinado por el Estado, del periodista Jamal Khashoggi en Estambul y las acusaciones de que China está deteniendo hasta un millón de minorías étnicas y religiosas en los llamados campos de educación. México, que vigilaba a una comisión internacional que investigaba la desaparición de 43 estudiantes en 2014, se enfrentó ayer a una revisión.
Cualquier estado miembro de Estados Unidos y grupos de la sociedad civil en los países revisados pueden participar en las revisiones. La delegación alemana dijo en una declaración: “Estamos profundamente preocupados por el destino de Jamal Khashoggi y pedimos a Arabia Saudita que proporcione una respuesta detallada y completa a este respecto”, informó Deutsche Welle. Arabia Saudita dijo el lunes que continuaría una investigación criminal del asesinato de Khashoggi.
Un grupo de manifestantes “vocales pero pacíficos” ondearon banderas de uigures fuera del edificio de la ONU para expresar sus opiniones sobre Xinjiang, informó Al Jazeera. La actividad de derechos humanos de China es turbia. Cao Shunli, murió bajo custodia en 2014 después de ser detenida en su camino hacia la última revisión de derechos humanos de China en la ONU, en la que participó. La ONU invita a grupos de la sociedad civil a contribuir con material para las revisiones, pero este año han participado menos grupos chinos, dio a conocer The Guardian.
Human Rights Watch dijo que a pesar de las 35,410 personas que figuran en el Registro Nacional de Personas Desaparecidas de México, la Fiscalía Federal del Estado solo abrió 369 investigaciones y no logró obtener una sola condena. Otros grupos señalaron que el gobierno mexicano todavía no había implementado su ley de 2017 sobre desapariciones forzadas.
Los países examinados tienen un par de días para responder antes de que el grupo de trabajo adopte los informes y emita recomendaciones para futuras reformas.
Por Lucas Laursen