Empresas de energía renovable aguardan que haya señales claras del gobierno para soltar sus proyectos de desarrollo.
Por Marco Payán
¿Qué hace falta para que se multipliquen las inversiones en energía solar y eólica? El marco regulatorio para que se den las inversiones en energías renovables existe, también un abaratamiento de la tecnología para producirla, y el interés de los inversionistas.
Si el país requiere consumir 35% de su energía de fuentes renovables para el año 2024, se debe trabajar ya. “Lo que se deje de invertir en infraestructura ya no se recupera”, afirma Héctor Olea, director general de Gauss Energía y presidente de Asolmex.
Es decir, que el país no podría invertir el doble el siguiente año para ponerse al día. Aunque la inversión no para, “se ha ralentizado”.
México firmó en 2015 el Acuerdo de París, en el que se comprometió a llegar a esa meta de consumo. El país no iba mal para lograr la meta. Según datos de la Secretaría de Energía, el primer trimestre de 2018 ya se generaba 24.12% de estas energías, principalmente eólica y solar.
En la reforma energética de 2013 incorporó la figura de las subastas, con la que compañías generadoras de energías renovables pujaban, cada vez con precios más bajos, para conseguir contratos de largo plazo ante el mayor comprador de energía: la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Ya con contratos en mano, empresas mexicanas e internacionales dieron el paso para desarrollar principalmente parques solares o eólicos en México para vender en el Mercado Eléctrico Mayorista.
Gracias a este mecanismo, muy bien visto por su transparencia, se logró asegurar la compra de energía al precio más barato del mundo en 2018. El precio de 1 MWh en 2015 era de 47.78 dólares, y en 2018 llegó a cerca de 17 por MWh.
También se empezaron a construir en el país 65 nuevas centrales: 40 solares y 25 eólicas. Aunque tales contratos se siguen respetando, el equipo de Andrés Manuel López Obrador, a días de haber asumido la presidencia, suspendió las subastas.
Por si fuera poco, aun cuando la economía prácticamente no ha crecido, la demanda de energía subió 3% el último año. Es decir, la demanda no para de crecer, se invierta o no en alternativas de energías más rentables.
“Buscamos certidumbre y visibilidad de largo plazo. Porque en la medida en que las políticas sean claras de que hay una posible participación privada, se puede dar la inversión”, señala el presidente de la Asociación Mexicana de Energía Eólica (Amdee), Leopoldo Rodríguez.
Olea, que ha sido miembro de la Comisión Reguladora de Energía, tiene esperanza de que “para fin de este año” el gobierno muestre las certezas que requieren las inversiones. En Gauss “tenemos varias carpetas (proyectos de inversión) esperando, dice Olea.
Conoce el resto de la historia en la edición impresa de septiembre de Fortune en Español.