Washington ha estado tratando de convencer a los aliados de Europa para que prohiban los equipos de telecomunicaciones fabricados por compañías chinas, específicamente Huawei y ZTE Corp, por temor a que el gobierno chino ordene a los empleados de esas empresas usar los dispositivos para espiar o interrumpir las comunicaciones.
Mientras que las compañías europeas han estado considerando la medida, se están encontrando con un gran problema: a los operadores les encantan los teléfonos, informa The Wall Street Journal.
Los ejecutivos afirman que Huawei ofrece hardware superior a precios más bajos que su competencia. Si Europa prohibió los dispositivos fabricados por la compañía, advierten que Europa podría quedarse atrás de otros países que venden productos de Huawei en el lanzamiento de 5G.
Los cuatro principales proveedores de servicios inalámbricos de Gran Bretaña, Vodafone, Telefónica, Three y BT Group, se han manifestado en contra de la prohibición.
Los operadores inalámbricos más pequeños, en particular, dependen de las compañías chinas no solo para teléfonos sino también para equipos de redes inalámbricas, que pueden ser significativamente más baratos que sus homólogos occidentales.
Washington está apuntando a los países europeos en parte porque se espera que implementen 5G antes, lo que podría impulsar autos, fábricas y otros dispositivos conectados a Internet que sean potencialmente “pirateables”.
Los funcionarios alemanes también están considerando prohibir los productos de Huawei en el país.
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Por Emily Price