Google ya firmó 18 acuerdos de compra de energía para proporcionar a la potencia tecnológica con 1,600 megavatios (Mw) de energía renovable en los próximos años.
La compañía acaba de hacer la mayor compra corporativa de energía renovable de la historia, dio a conocer su CEO Sundar Pichai en el sitio web de la empresa el 19 de septiembre.
“Una vez que todos estos proyectos estén en línea, nuestra cartera de energía libre de carbono producirá más electricidad que lugares como Washington D.C. o países enteros como Lituania o Uruguay”, puntualizó Pichai.
Google ya es el mayor comprador de energía renovable del mundo. La última ronda de acuerdos de compra de energía de la compañía eleva la cartera de proyectos de energía renovable del gigante de Silicon Valley a un total de 52, aumentando la cantidad de energía que la compañía genera a partir de la energía eólica y solar en un 40%.
El anuncio de la empresa se produce pocos días antes de la Semana del Clima, una serie anual de eventos de carácter medioambiental que se celebran en paralelo con la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York.
La Semana del Clima de este año es especialmente destacada ya que coincide con la Cumbre de Acción Climática de las Naciones Unidas, que se celebra sólo una vez cada cinco años. En el período previo al evento, las principales corporaciones han estado ansiosas por flexibilizar sus credenciales ecológicas.
GOOGLE, AMAZON Y EL MEDIO AMBIENTE
El mismo día en que Google anunció su nuevo plan de compras, Amazon se comprometió a obtener emisiones netas de carbono cero para el año 2040, poniendo por fin un plazo a la promesa de la empresa de ser neutral en cuanto a las emisiones de carbono.
Amazon, que alguna vez fue el mayor comprador de energía renovable del mundo, perdió ese manto en favor de Google hace mucho tiempo. Durante los últimos dos años, Google ha comprado suficiente energía renovable para alimentar la totalidad de sus operaciones, cubriendo tanto sus oficinas como los enormes centros de datos que consumen electricidad.
Sin embargo, dado que los sitios que generan energía renovable a menudo están conectados a redes lejos de donde Google aloja sus servidores, muchas de las operaciones de Google en realidad no funcionan con la energía renovable que compra. Por ejemplo, según Greenpeace, sólo el 4% de la energía suministrada a los centros de datos de Google en Virginia proviene de fuentes renovables.
“Decimos que hemos ‘igualado’ nuestro uso de energía porque todavía no es posible ‘dar energía’ a una empresa de nuestra escala con un 100% de energía renovable”, explicó en un blog el año pasado el vicepresidente senior de infraestructura técnica de Google, Urs Hölzle.
“Es cierto que por cada kilovatio-hora de energía que consumimos, añadimos un kilovatio-hora de energía renovable equivalente a una red eléctrica en algún lugar. Pero esa energía renovable puede ser producida en un lugar diferente, o en un momento diferente, desde donde estamos manejando nuestros centros de datos y oficinas”, dice Hölzle.
Los 18 proyectos que Google anunció ayer darán lugar a la construcción de una nueva infraestructura de energía renovable por valor de US$2,000 millones, lo que se suma a los US$5000 millones de construcción impulsados por las anteriores compras de energía de Google.
Sin embargo, según el último Informe Medioambiental de la empresa, ésta sólo ha invertido US$2,500 millones de su propio dinero en proyectos de energía renovable desde 2010.
Incluso si la energía renovable no fluye directamente a Google, el compromiso de la empresa con la compra de energía verde garantiza que, en algún momento, más electricidad verde esté entrando en la red en algún lugar, y eso impulsa la sostenibilidad general de la cadena de suministro.
Tras el anuncio de ayer, un portavoz de Google dijo a Fortune: “Esperamos que, como resultado de nuestros esfuerzos y de los de otras organizaciones que realizan compras similares, la energía renovable sea algún día lo suficientemente abundante como para que Google pueda alimentar nuestras operaciones las 24 horas del día con energía limpia y libre de carbono”.
Por Eamon Barrett