La tecnología se ha creado con el fin de facilitarle la vida a las personas, tanto en su vida personal como en el trabajo. Sin embargo, a la par se deja ver y sentir un temor inminente: la pérdida de empleos.
Como ha sido evidente de unos años a la fecha, la creación de nuevos empleos va en creciente y también muchos puestos han dejado de ser imprescindibles para las empresas por la introducción de tecnologías.
No vamos lejos, hasta octubre de 2018 alrededor de 4,300 empleados de Grupo Financiero Banorte, BBVA Bancomer y CitiBanamex fueron despedidos y desplazados por tecnologías con inteligencia artificial.
La innovación tecnológica trae consigo cambios en todos los aspectos sociales. Decía el filósofo Marshall McLuhan en La aldea global que “todos los cambios sociales son el efecto que las nuevas tecnologías ejercen sobre el orden de nuestras vidas sensoriales”.
¿A DÓNDE VAMOS?
El futuro del trabajo es un tema controversial que ha desatado múltiples discusiones y preocupaciones. Pues mientras los avances tecnológicos facilitarán los mecanismos y procesos de las empresas, muchos puestos ya no serán necesarios.
Al preguntarle a John Hagel, co-chairman del Center for the Edge en Deloitte, en qué deben de enfocarse las empresas en la era digital dijo que el secreto está en cómo gestionar el cambio en una era en la que la velocidad de cambio es extremadamente elevada y en cómo puedes seguir generando valor en una época en la que la condición de contorno es que el cambio es muy rápido.
“Hay que pasar a una cultura basada en el aprendizaje, en la innovación y en el conocimiento”, John Hagel
Hagel comentó que en las instituciones hay que llevar la innovación a otro nivel: ese nivel es “pasar del foco a la eficiencia y de la eficiencia a la escala del aprendizaje”.
Explicó que había que pasar del modelo tradicional del aula y de la formación en persona y de conceptos a la formación práctica en el terreno y a través de la formación mediante la acción en lugar de la formación mediante el aprendizaje teórico.
En esta era, las empresas tienen muchos retos, pero el mayor es “cómo van a responder de manera rápida a las distintas tecnologías que van a romper el modelo de negocio actual”, señaló Hagel.
La respuesta de las empresas ante las tecnologías es un área de oportunidad: “son las dos caras de la moneda. La disrupción puede ser fuente competitiva. Si se aprovecha bien podría llevar a un nivel de rendimiento muy superior al que hemos visto en los últimos treinta años”, mencionó John Hagel.
EL FUTURO DEL TRABAJO
Realmente no se sabe cuál será el futuro del trabajo, lo que sí es real es que cada vez el ser humano estará trabajando con más tecnologías.
Hagel explicó que “hay que pasar de un modelo como el actual en el que el hombre es el que hace determinadas tareas muy repetitivas y con poco valor añadido a un entorno en el que los trabajos tendrán, de alguna manera, automatizada la parte menos productiva y el hombre podrá centrarse en tareas de mucho más valor agregado”.
Dijo que hay que las personas deben dejar pasar el miedo, la parálisis ante el cambio y lo que se avecina a una etapa más de esperanza y de confianza en lo que el futuro puede traer, y que en el camino a este cambio habrá que construir determinadas capacidades.
“La humanidad ya no puede, debido a su miedo a lo desconocido, gastar tanta energía en traducir todo lo nuevo en algo viejo sino que debe de hacer lo que hace el artista: desarrollar el hábito de acercarse al presente como una tarea, como un medio a ser analizado, discutido, tratado, para que pueda vislumbrarse el futuro con mayor claridad”, decían en La aldea global Marshall McLuhan y B. R. Powers.
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