El Cuarto de Junto ha trabajado los últimos meses en convencer a los congresistas estadounidenses para ratificar el T-MEC.
En silencio y sin gran presencia en medios de comunicación, la representación del sector privado mexicano mantiene un cabildeo permanente en Washington D.C. para lograr que el Congreso estadounidense ratifique el T-MEC.
La ausencia de reflectores no es sinónimo de inactividad para el Cuarto de Junto, como se conoce al órgano que representa los intereses del sector empresarial de México en las negociaciones comerciales (Consejo Consultivo Estratégico de Negociaciones Internacionales).
En lo que va de este año suman ya 200 reuniones de cabildeo con congresistas, empresarios y gobernadores.
Después de que los gobiernos de los tres países firmaron el nuevo tratado a fines de noviembre y que el Senado mexicano lo aprobó, el objetivo principal del sector privado mexicano en Washington es lograr convencer a los legisladores demócratas de aprobarlo, tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado.
Moisés Kalach, coordinador general de Rondas de Negociación del Consejo Consultivo Estratégico de Negociaciones Internacionales, detalla la estrategia.
¿EN QUÉ VA EL PROCESO DE RATIFICACIÓN DEL TRATADO COMERCIAL?
Los congresistas podrían pasarlo entre septiembre y hasta mediados de noviembre. Esa es la ventana de oportunidad que vemos. Si no sucede en ese periodo nos metemos en otro calendario, especialmente porque a fin de año viene el tema de elecciones (intermedias) y eso puede hacer que la ratificación se politice más de lo que está.
¿QUÉ DEBE PASAR PARA QUE EL CONGRESO LO RATIFIQUE?
La líder Nancy Pelosi (demócrata líder de la Cámara de Representantes) tiene la llave para iniciar el proceso de ratificación en el Congreso con mayoría demócrata. Pero tiene que sentirse cómoda con el proceso; es decir, con el número de votos que puede tener. Dice que no quiere que el voto sea por un margen de uno, sino que sea un voto más amplio: eso significa entre 55 y 60 votos demócratas. El grupo demócrata en el Congreso es su soporte y le debe generar ese andamiaje.
EL TRATADO SE FIRMÓ EN NOVIEMBRE DEL AÑO PASADO Y LO APROBÓ YA EL SENADO MEXICANO, ¿QUÉ LO DETIENE EN EE.UU.?
Históricamente, los demócratas le dan menos soporte a los tratados comerciales que los republicanos. Tienes a un grupo de demócratas nuevos que nunca han votado en tratados comerciales y necesitan mucha información. Tienes demócratas pro libre comercio, como Henry Cuellar, el más importante de Texas, y tienes a los más tradicionales, los más agresivos y los que han estado inconformes.
¿ALLÍ ES EN DONDE USTEDES ENTRAN?
Nosotros estamos trabajando en ayudar a que el grupo demócrata en el Congreso genere ese andamiaje para Pelosi. Hemos tenido unas 200 reuniones de cabildeo este año, nos hemos enfocado en 94 demócratas, 12 líderes y en republicanos que son nuestros aliados y que nos apoyan.
¿SIGUEN TRABAJANDO COMO LO HICIERON EN LA NEGOCIACIÓN DEL TRATADO?
Tenemos una oficina de tiempo completo en Washington con nuestro equipo de cabildeo externo y un equipo jurídico, y además desde México también estamos laborando. Somos unas 15 personas. Tenemos dos objetivos: seguir protegiendo el tratado ante una posible retirada del presidente Trump, pero (también) la ratificación del nuevo tratado es el objetivo inmediato.
¿CUÁLES SON LOS TEMAS QUE LES PREOCUPAN A LOS DEMÓCRATAS?
Son cuatro los puntos que creen que deben cuestionarse o cambiarse del tratado: la duración de las patentes y marcas, que quieren que sea menor a 12 años; la implementación de la reforma laboral en México; el capítulo de solución de controversias (selección de panelistas) y medio ambiente.
EN EL TEMA DE LAS PATENTES, ¿QUÉ ES LO QUE ESTÁ EN JUEGO?
Los demócratas siempre han querido que las patentes duren menos tiempo, y los republicanos que duren más. . Pero lo que no les ha permitido cambiar el periodo es la propia ley americana. Entonces es una diferencia entre demócratas y republicanos.
En la negociación del T-MEC quedó 12 años, es lo que nosotros ya aprobamos. Si ellos quieren cambiarlo a 10 años, nosotros no tenemos problema porque a México le conviene.
¿POR QUÉ EL TEMA LABORAL ESTÁ ENTRE LOS QUE ATORAN LA RATIFICACIÓN, SI YA SE APROBÓ EN MÉXICO LA REFORMA LABORAL, UNO DE LOS PUNTOS QUE LOS DEMÓCRATAS EXIGIERON EN LA NEGOCIACIÓN DEL TRATADO?
Ahora nos dicen “cómo sabemos si (México) la van a cumplir”. Nuestra respuesta es “si ustedes aprueban el tratado, tiene una obligatoriedad y si no se cumple tienen la opción de llevar a México a un panel (de solución de controversias) ”. Nuestro trabajo ha sido sensibilizarlos de la envergadura de la Reforma. Les hemos ido explicando esto a los demócratas y parece que les genera confianza. Pero eso nos lleva al otro tema (que está negociándose) el de solución de controversias.
¿EN ESE TEMA QUÉ PASA?
En la negociación del T-MEC no hubo cambios al capítulo de solución de controversias, aunque el gobierno de Estados Unidos lo quería desaparecer.
Es un tema administrativo, lo que pasa es que el proceso por el cual se proponen los panelistas (para dirimir una controversia comercial) es un proceso muy burocrático y se hace largo.
Para ellos estaba bien, no quieren que sea expedito establecer un panel para que México no los llevea uno si se “portan mal” comercialmente. Otra vez, tienen una diferencia importante entre los dos grupos (de congresistas) unos quieren que sea expedito otros no.
El problema es si arreglamos los paneles o no. La solución es técnica, ya está hecha nosotros la diseñamos para que no se haga redundante el tema de los panelistas.
¿CUÁL ES LA ESTRATEGIA DE LOS EMPRESARIOS MEXICANOS?
Nosotros nos aliamos con el sector privado americano. Los congresistas responden a los intereses de los votantes, los actores económicos entre ellos, que les dicen que México es su socio y les compra. Tenemos una matriz en la que cruzamos intereses: vemos la posición del congresista dentro del partido, los liderazgos, y los cruzamos con la importancia comercial de sus estados para México. La base del cabildeo es compartir información, explicar por qué somos importantes para ellos. Esa es la mejor apuesta que podemos hacer de largo plazo sin importar el gobierno que esté.
SI BIEN TRUMP ESTÁ A FAVOR DE LA RATIFICACIÓN, CADA TANTO TOMA AL COMERCIO COMO REHÉN…
Es el estilo de la Casa Blanca generar una cercanía y tener un acicate por el otro lado. Seguirá así, es agresivo, al principio lo juzgábamos y hoy nos ponemos a trabajar teniendo datos duros y haciendo cabildeo allá.