El Banco de México anticipa que el índice de precios al consumidor seguirá disminuyendo.
Durante los primeros 15 días de febrero, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró una inflación de 0.20% respecto a la quincena previa, ubicándose por debajo de los pronósticos de los analistas, quienes estimaron un alza de 0.26% en este periodo.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se desaceleró para ubicarse en 5.45% anual. Este es su menor nivel desde la segunda mitad de marzo de 2017.
En las minutas de la última reunión de política monetaria del Banco de México (Banxico), se señala que ante la presencia de riesgos, “de ser necesario (esta política) actuará de manera oportuna y firme para el anclaje de las expectativas de inflación de mediano y largo plazo y lograr la convergencia de esta a su objetivo”.
La junta de gobierno también señaló que el balance de riesgos para la inflación continúa “sesgado al alza”, en un entorno con alto grado de incertidumbre, por lo que la mayoría de sus miembros anticipa que esta alcance niveles cercanos a 3.0% en el primer trimestre de 2018, más lento de lo que se había anticipado, informó Reuters.
¿Y qué complica que la inflación continue su racha descendente? Culpa al combustible. De acuerdo con el INEGI, los precios de este siguen ejerciendo presión.
También se resalta una mayor caída quincenal en los precios de las frutas y verduras. De acuerdo con un análisis de Ve por Más (Bx+), se estima además que el jitomate baje un 21.72%, la cebolla un 15.35% y la calabacita 20.58%.
Los riesgos de la inflación
La mayoría de miembros de la junta de Banxico cree que influye una depreciación del peso por una evolución desfavorable en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), así como una reacción adversa de los mercados a la política monetaria de Estados Unidos.
También la volatilidad asociada al proceso electoral de julio en México.
En un futuro, la entidad monetaria prevé que la economía siga enfrentando un panorama complejo.
Y si bien la mayoría de la junta destacó que el balance de riesgos para el crecimiento continúa sesgado a la baja, este muestra cierta mejoría respecto a cuando se tomó la decisión previa, de acuerdo a la minuta publicada este jueves.
El organismo dijo que seguirá vigilando de cerca las determinantes de la inflación y sus expectativas a mediano y largo plazo, como el traspaso potencial de las variaciones del tipo de cambio a los precios y la postura monetaria relativa entre México y Estados Unidos.