Aunque su impulsividad lo podría hacer cambiar de opinión, aseguran fuentes consultadas por The Wall Street Journal.
Todo parece indicar que el actual miembro de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal, Jerome Powell, es el candidato favorito del presidente Donald Trump para reemplazar a Janet Yellen como presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos.
Según fuentes consultadas por el diario The Wall Street Journal, Trump anunciaría la nominación esta semana, ya que el plazo para elegir al candidato vence el próximo 2 de noviembre. Sin embargo, de acuerdo con las fuentes,Trump no ha formalizado su elección, y dada su impulsividad, todo es posible en los días intermedios.
Powell, quien fue nominado a la mesa directiva de la Fed por Barack Obama, ha sido caracterizado como un moderado en política monetaria y económica.
Antes de sus audiencias de nominación de 2014, un analista identificó a Powell como un “centrista” en la inflación, en contraste con un consejo de la Fed que era en general más tolerante con la inflación.
Esa ligera precaución haría que la nominación de Powell estuviera fuera de sintonía con el enfoque de la administración de Trump en cuanto al crecimiento económico a cualquier costo.
El secretario del Tesoro, Stephen Mnuchin, dijo en septiembre que la administración Trump estaba “menos preocupada por la inflación en este momento”.
Eso sugiere que a la Casa Blanca le gustaría que el banco central deje de subir las tasas de interés o desacelere el “ajuste cuantitativo” del plan de vender miles de millones de dólares en activos adquiridos durante la crisis financiera y reducir el suministro de dinero en el proceso.
Pero la elección de Powell podría alinearse con los objetivos de política de Trump de otras maneras. Según el The Wall Street Journal, Powell está más abierto que Yellen a la eliminación de las normas financieras implementadas después de la crisis, posiblemente incluyendo requisitos de capital para los bancos.
Revertir esas reglas podría ser una bonanza para el sector financiero.
El nombramiento de Powell, cuya experiencia incluye una larga temporada en la firma de inversión del Grupo Carlyle, sería una opción para Trump de otra manera intrigante. Pese a que no cabe duda que es un individuo serio y consumado, Powell sería el primer presidente de la Fed desde 1981 sin un doctorado en economía. Un posible punto a su favor en una administración que tiende a ver la experiencia científica y académica con escepticismo.