Este plan representa un avance para la industria de automóviles eléctricos en China.
Tesla llegó a un acuerdo con el gobierno chino para construir una instalación de producción en la zona de libre comercio de Shanghai, en China, lo que podría darle al fabricante una ventaja única en el mayor mercado mundial de vehículos eléctricos.
Los detalles aún se están trabajando, según reportó el domingo el periódico The Wall Street Journal. Este acuerdo es el primero en su tipo para un fabricante de automóviles extranjero y como resultado podría reducir drásticamente los costos de producción de los Tesla vendidos en China.
La compañía ha estado persiguiendo planes para establecer producción en este país durante años. El acuerdo de Shanghai comenzó a enfocarse en junio de 2017.
Esto sucede después de que se anunciara que Tesla vendió mil millones de dólares en automóviles en China en 2016 y por otro lado, que la compañía había aceptado una gran inversión de Tencent Holdings, una de las empresas más importantes en servicio de internet y telefonía celular en China.
El progreso de Tesla en Shanghai enfrenta un gran obstáculo: Los aranceles de importación. En China, un Tesla se vende por arriba del 50% de su valor que en Estados Unidos, gracias a estos impuestos.
The Wall Street Journal también menciona que los autos producidos bajo el nuevo acuerdo de fábrica todavía son considerados como “importaciones” y aún así contarían con el 25% de arancel.
El CEO, Elon Musk, dijo en 2015 que una fábrica en el país podría reducir hasta un tercio del precio de los vehículos vendidos en China. Realizar la producción en la zona de libre comercio de Shanghai reduciría los costos laborales y de transporte, aunque esto representa una parte muy pequeña del costo total de los bienes.
Se espera que el acuerdo no cuente con el intercambio de tecnología, esta es una estrategia con la que el gobierno puede disuadir a empresas internacionales innovadoras de establecer una tienda ahí.
China está buscando agresivamente la electrificación total de su flota de vehículos, por lo que es un mercado vital para Tesla. Pero según algunos expertos, la dependencia de los fabricantes chinos de la propiedad intelectual prestada podría dañar no solo a las compañías extranjeras que buscan competir allí, sino también a la innovación en vehículos limpios en general.
El hecho de que Tesla obtenga un punto de apoyo independiente en China no es sólo una buena noticia para la empresa, sino para el mundo, incluso si eso significa aceptar una tarifa muy alta.