El tratado le abre la puerta a nuevos socios que mejorarán la economía de los países que lo integran.
La versión final del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) que ahora involucra a 11 países, entre ellos México, se presentó este miércoles.
Se tiene previsto que el acuerdo sea firmado el 8 de marzo en Chile, aún sin uno de sus miembros más importantes, Estados Unidos, luego de que el presidente Donald Trump decidiera hacerse a un lado con la excusa de priorizar la protección de los empleos en ese país.
El acuerdo reducirá los aranceles en economías que representan más del 13% del PIB mundial.
El objetivo central del documento es reducir las barreras comerciales en algunas de las economías de Asia-Pacífico, aunque de acuerdo al texto final se han modificado o suspendido más de 20 disposiciones, incluidas las normas sobre propiedad intelectual que originalmente incorporan a instancias de Washington.
Las 11 naciones restantes, lideradas por Japón, finalizaron las discusiones del pacto comercial en enero, renombrado Acuerdo Global y Progresivo para la Asociación Transpacífico (CPTPP).
Los beneficios
El acuerdo reducirá los aranceles en economías que, en conjunto, representan más del 13% del PIB mundial, un total de 10 billones de dólares, de acuerdo con reportes de Reuters. Con Estados Unidos esa cifra habría representado el 40%.
“Los grandes cambios del TPP 11 son la suspensión de muchas de las disposiciones del acuerdo. Han suspendido muchas de las controvertidas, particularmente en torno a los productos farmacéuticos “, dijo en entrevista con la agencia Kimberlee Weatherall, profesora de derecho de la Universidad de Sydney.
Muchos de estos cambios se habían insertado en el TPP original, ya que era una petición de los negociadores estadounidenses, como las normas que aumentan la protección de la propiedad intelectual de los productos farmacéuticos, debido a que algunos gobiernos y activistas temen que aumenten los costos de la medicina.
El éxito del acuerdo es impulsado por funcionarios de Japón y otros países miembros, como un antídoto para contrarrestar el creciente proteccionismo de Estados Unidos y con la esperanza de que Washington eventualmente se vuelva a unir.
“El CPTPP se ha vuelto más importante debido a las crecientes amenazas para la operación efectiva de las reglas de la Organización Mundial del Comercio”, declaró este miércoles el ministro de Comercio de Nueva Zelanda, David Parker.
El TPP 11 entrará en vigor a fines de 2018 o la primera mitad de 2019.
El mes pasado, Trump expresó en el Foro Económico Mundial en Suiza que era posible que Washington volviera al pacto si obtenía un mejor trato.
En contraste, Parker afirmó este miércoles que la posibilidad de que Estados Unidos se uniera en los próximos años era “muy improbable” y que incluso si Washington expresaba su deseo de unirse una vez más al CPTPP, no había garantía de que los miembros levantaran todas las suspensiones.
El acuerdo probablemente entre en vigor a fines de 2018 o en la primera mitad de 2019, de acuerdo con Parker.
Más empleos, prometen
Por otra parte, el gobierno neozelandés se apresuró a hablar sobre los beneficios económicos del acuerdo.
“El TPP-11 ayudará a crear nuevos empleos australianos en distintos sectores, tales como: agricultura, manufactura, minería y servicios, ya que crea nuevas oportunidades en un área de libre comercio que abarca América y Asia”, manifestó Steven Ciobo, ministro de Comercio de Australia en una declaración por correo electrónico dirigida a Reuters.
El gobierno de Nueva Zelanda espera que el CPTPP impulse la economía de la nación de la isla entre 881 millones de dólares 4,000 millones al año, mientras que el sector que se encarga de la exportación de carne y kiwis será el que presente mejores rendimientos
Los 11 países miembros hasta el momento son Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.