El problema en el que intervendrá la sobre Corte Suprema es sobre el impuesto a las ventas por internet.
Esta semana, la Corte Suprema de los Estados Unidos está considerando un caso que podría terminar para siempre con el precedente que le permite a los minoristas que venden por internet no cobrar impuestos.
South Dakota v. Wayfair, Inc es un caso pendiente de dicha institución, el cual se ocupa de la naturaleza del impuesto sobre las ventas de compras realizadas a través de internet. Hoy, los jueces escucharán los argumentos de dicho caso en el que el estado de Dakota del Sur está tratando de revocar la decisión de 1992 en Quill v. North Dakota, la cual dice que los minoristas solo tienen que recaudar impuestos sobre la venta en los estados donde tienen presencia física. Dakota del Sur y otros gobiernos estatales y locales dicen que han sido estafados por miles de millones de dólares debido a esta regulación, perdiendo alrededor de $50 millones al año en impuestos que no son cobrados por vendedores que se encuentran fuera del estado.
Los estados requieren que los consumidores a quienes no se les cobra el impuesto sobre las ventas –debido a que realizan la compra online– hagan sus declaraciones o auto-informes y paguen dicho impuesto ellos mismos, pero solo el uno o dos por ciento de los compradores lo hacen.
Este caso ha sido mediatizado debido a los comentarios del presidente Donald Trump en contra de Amazon por no recaudar impuestos sobre las ventas. En sus tweets, el presidente también argumenta que es injusto que utilice el Servicio Postal de los Estados Unidos como su mensajero.
Más de 40 estados están pidiéndole a la Suprema Corte que se reconsidere esta regla, pues la pérdida de millones en ingresos fiscales cada año se ve reflejado en recortes a los programas gubernamentales. Por otro lado, las pequeñas empresas que venden en línea dicen que el costo de recaudar dichos impuestos los dejaría fuera del mercado.
Tan solo en Estados Unidos, Amazon.com representa el 40% de ventas online, sin embargo con el aumento de sus ventas, el número de almacenes también ha incrementado, esto significa que han tenido que cobrar impuestos de ventas cada vez en más lugares.
Una guerra que se viene arrastrando desde antes de la presidencia de Trump
La guerra de Trump contra Amazon no es nueva y no solo se limita a la gran compañía de ventas online, sino a su fundador y jefe ejecutivo: Jeff Bezos.
La rivalidad entre éstos comenzó cuando Trump era candidato a la presidencia y constantemente criticado por los editores de The Washington Post, periódico que es propiedad de Bezos. Aunque Amazon y The Washington Post actúan de manera independiente, el actual presidente de Estados Unidos ha criticado a Bezos diciendo que utiliza al Post como medio de poder y para la conveniencia de Amazon.