Con la reciente condena al expresidente de Brasil, tienen en la mira las elecciones del 1 de julio.
La ratificación de la condena por corrupción al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva la semana pasada tranquilizó los temores de los inversionistas respecto a que el político de izquierda pueda ganar la elección este año en Brasil, por lo que ahora pusieron el foco en México, donde otro populista lidera las encuestas.
La bolsa brasileña ha encabezado las fuertes ganancias entre las latinoamericanas durante los últimos años, gracias a que el presidente Michel Temer logró aprobar leyes a favor del mercado.
Pero la perspectiva de un triunfo de Lula en los comicios de octubre -ya que lidera las encuestas de intención de voto- amenazaba las buenas opiniones del país de los inversores.
Pese a que Lula da Silva ha prometido continuar con su campaña, la decisión del miércoles pasado por parte de un juez impide al exlíder sindical de 72 años presentarse en las elecciones, pues la ley brasileña prohíbe la candidatura de aquellos con condenas ratificadas por una corte de apelaciones.
La ley de Brasil prohíbe la candidatura de aquellos con condenas ratificadas.
Mientras tanto, en México, las encuestas muestran al líder izquierdista Andrés Manuel López Obrador -conocido como ‘AMLO’- lo cual consolida su ventaja camino a la elección presidencial de julio.
Un sondeo del diario El Universal, en conjunto con la encuestadora Buendía & Laredo mostró que tiene un 32% de intención de voto, contra el 26% del conservador Ricardo Anaya.
Los inversionistas en México -la segunda mayor economía de América latina, detrás de Brasil- se encuentran preocupados ante la posibilidad de que Estados Unidos abandone el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Will Pruett, gerente de cartera de Fidelity Investments, dijo que espera que Brasil prolongue su buen desempeño pues la condena a Lula incrementa la perspectiva de la victoria de un candidato de centro que podría continuar con las políticas y revisar el estatus de compañías del estado como Petróleo Brasileiro (Petrobras).
Mientras que en Brasil las acciones de los sectores financiero y de consumo masivo muestran valores atractivos, destacó Pruett, en México es difícil encontrar títulos baratos.
“Con los potenciales shocks por el TLCAN y AMLO, no creo que la recompensa por riesgo valga la pena en este momento” – Pruett.
“Con los potenciales shocks por el TLCAN y AMLO, no creo que la recompensa por riesgo valga la pena en este momento”, agregó.
Entre otros factores que inquietan a los inversionistas en México, López Obrador promete revisar los contratos petroleros firmados por extranjeros desde las reformas de 2013-2014, los cuales que desmantelaron un monopolio de décadas de la estatal Pemex.
“Si cumple y reabre cada contrato firmado con Pemex o que involucre otras formas de infraestructura, eso frena las cosas”, dijo el analista Roger Horn de mercados emergentes de SMBC Nikko. “Se necesita inversión extranjera para crecer”, agregó.
El nuevo desempeño de Latinoamérica
Las acciones latinoamericanas se han disparado hasta un 75% desde inicios de 2016, mientras que los precios de la deuda soberana han subido un 25% en ese periodo, de acuerdo con un índice elaborado por JPMorgan.
México quedó por detrás de Brasil durante ese período.
La gestora de fondos, T. Rowe Price Verena Wachnitz, cree que la combinación de López Obrador y las dudas por el TLCAN presionarán a las acciones mexicanas. “Ambos son factores potencialmente negativos para México”, señaló.
Ella y otros inversores dicen que aún ante la improbable circunstancia de que Lula pueda participar de la elección, sus posibilidades de ganar parecen más débiles que las de López Obrador, dado el sistema de votación de dos vueltas que hay en Brasil que hace más difícil que un candidato con una desaprobación alta pueda ganar en un balotaje.
“AMLO e incertidumbre por TLCAN son factores potencialmente negativos para México” – T. Rowe Price Verena Wachnitz.
“Tanto AMLO como Lula son candidatos con un piso alto y techos relativamente bajos en términos de intención de voto”, dijo Alejo Czerwonko, presidente de inversiones en mercados emergentes en UBS.
“Esos candidatos pueden tener buen desempeño en sistemas de vuelta única, pero pueden enfrentarse a un difícil desafío en aquellos a dos vueltas”, explicó Czerwonko.
Sin embargo, él dice que los inversionistas deberían tener en cuenta el historial de pragmatismo de López Obrador cuando fue alcalde de Ciudad de México, cuando estableció alianzas con dirigentes empresariales para impulsar la aprobación de leyes.
El candidato de 64 años ha prometido gastar más en la tercera edad, jóvenes y en la población rural para combatir la desigualdad, pero se ha mantenido al margen de una agenda de izquierda dura.
Por otro lado, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, ha impulsado la aprobación de cambios estructurales en energía, banca, el régimen impositivo y competencia que deberían perdurar sin importar qué partido gane en las elecciones.
“Las reformas no van a revertirse”, dijo Mauro Roca, analista de deuda soberana latinoamericana en la administradora de fondos de TCW. “Como mucho habrá algún cambio en el ritmo y en la dirección de su implementación”, aseguró el analista.