Estimó una desaceleración económica en 2018 ante la incertidumbre del rumbo del TLCAN y políticas internas.
El Fondo Monetario Internacional dio a conocer este lunes la revisión anual que hace sobre la economía mexicana para definir si el país sigue cumpliendo los requisitos para utilizar la Línea de Crédito Flexible (LCF), que atiende la demanda de préstamos de prevención y mitigación de crisis de países con marcos de política e historiales económicos sólidos.
En el reporte del Directorio Ejecutivo del FMI sobre la economía mexicana 2017, conocido como Consulta del Artículo IV, el organismo que dirige Christine Lagarde urgió a México a enfocarse en cuatro prioridades: combatir la informalidad, fortalecer el estado de derecho, mejorar la gobernanza y acabar con la corrupción.
Estos factores obstaculizan el crecimiento económico de México e impiden el avance de las llamadas reformas estructurales, que implementó el presidente Enrique Peña Nieto durante los primeros años de su administración.
En otro reporte reciente, el FMI instó a que las políticas en México deben seguir enfocándose en preservar la estabilidad macroeconómica y la confianza del mercado.
Proyecta bajo crecimiento
En México, la actividad económica conservó su ímpetu en el primer semestre del año pese a la incertidumbre acerca de las futuras relaciones comerciales con Estados Unidos, un descenso en la producción de petróleo y políticas monetarias y fiscales relativamente restrictivas.
Así, para 2017 el FMI proyecta un crecimiento de 2.1%. Aseguró además que la incertidumbre en torno a las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, sumada a las políticas internas y las condiciones financieras más restrictivas, constituirían un “lastre cada vez más pesado” para el consumo y la inversión, que anulará con creces la contribución positiva de las exportaciones netas.
De acuerdo a lo anterior, el organismo proyecta para 2018 una desaceleración del crecimiento a 1.9%.
Actualmente, la inflación ha sobrepasado temporalmente la meta fijada por el banco central, y se proyecta que en 2017 se sitúe en un nivel medio de 5.9%, para después converger gradualmente hacia 3% (la meta de Banxico) a comienzos de 2019.
“Conforme la inflación disminuya a comienzos del próximo año, y siempre y cuando las expectativas inflacionarias permanezcan bajo control, el banco central debería estar preparado para relajar la política monetaria con el fin de apoyar la actividad económica”, señaló el FMI en el análisis: Perspectivas Económicas Regionales a octubre de 2017.