El banco central quiere una política oportuna y firme que evite riesgos en el crecimiento del país.
El banco central de México anunció que es necesaria una política monetaria que actúe firme y oportunamente ante riesgos que impliquen alto grado de incertidumbre sobre la trayectoria de la inflación, tales como la renegociación del TLCAN o la volatilidad por las elecciones de este año.
En su Programa Monetario enviado al Congreso, la entidad monetaria explicó que estima que la inflación alcance niveles cercanos a la meta permanente del 3% a finales de este año y que fluctúe alrededor de ella en 2019.
Tras alcanzar en diciembre su mayor nivel a tasa anual en casi 17 años, la inflación se desaceleró más que lo previsto en la primera quincena de enero hasta 5.51% por el efecto positivo de compararla con igual periodo en 2017, cuando se dispararon los precios de las gasolinas.
En diciembre Banxico elevó la tasa de interés referencial a 7.25% para contener las presiones inflacionarias.
Ante la complejidad del entorno actual, el Banco de México (Banxico) destacó que la expectativa inflacionaria está sujeta a riesgos externos e internos que podrían influirla.
Entre los riesgos al alza, mencionó una depreciación del peso en respuesta a una evolución desfavorable de la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, una reacción adversa de los mercados a la política monetaria o fiscal en Estados Unidos, y volatilidad asociada a la elección presidencial de julio.
“Ante la presencia de riesgos que, por su naturaleza, impliquen un elevado grado de incertidumbre respecto a sus consecuencias para la inflación y sus expectativas, es necesario que la política monetaria actúe de manera oportuna y firme”, expresó en el documento enviado al Congreso.
En diciembre, el banco central elevó la tasa de interés referencial en 25 puntos base, a 7.25%, para contener las presiones inflacionarias. El mercado prevé que están dadas las condiciones para una nueva alza en su próxima decisión de política monetaria, el 8 de febrero.