Los comerciantes buscaban aumentarlo hasta en un 20%, pero llegaron a un acuerdo con la Secretaría de Economía.
Los dueños de las tortillerías decidieron no subir el precio de sus productos temporalmente tras una reunión con la Secretaría de Economía, en la que recibieron la promesa de ayuda para mantener los costos a raya, en medio de un repunte inflacionario en México.
Los productores advirtieron la semana pasada que podrían subir hasta en un 20% el precio de la tortilla, que es el alimento básico en la dieta de los mexicanos, ante las alzas en los precios de los insumos como el maíz, la energía y los combustibles.
Pero tras la reunión decidieron mantener los precios, bajo la promesa de que recibirán apoyos para reducir sus costos de operación, dijo Homero López, presidente del Consejo Nacional de la Tortilla.
El precio ponderado de la tortilla es de 14.01 pesos por kilo.
“Nosotros no buscamos subir los precios indiscriminadamente, la reunión fue para encontrar una solución de fondo que finalmente obtuvimos. Esperamos la próxima semana detallar las acciones que vamos a seguir”, comentó López, quien asegura que su organización representa a un 80% de las tortillerías del país.
Por su parte, el subsecretario de Industria y Comercio, Rogelio Garza, dijo a Reuters que en la reunión se “revisaron las condiciones del mercado y vimos cómo podríamos encontrar mecanismos que ayuden a ser más competitivos”.
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El precio de la tortilla aumentó cerca de un 7% en los primeros 11 meses de 2017. Actualmente el precio ponderado es de 14.01 pesos por kilo, según cifras oficiales.”Más que un pacto fue que revisamos las condiciones de mercado.
Ellos están de acuerdo que no hay condiciones suficientes para aumentar ahorita precios”, afirmó Garza.
Una posible alza en el precio de la tortilla es altamente sensible en México, especialmente en medio del repunte de la inflación que ha trepado a niveles no vistos en 16 años, a un 6.69%.