Los países se declaran en contra y la OMC pide no caer en provocaciones.
Es posible que Donald Trump, el presidente de Estados Unidos haya lanzado la primer piedra en lo que supondría una posible guerra comercial.
La semana pasada anunció que impondría un arancel especial a las importaciones de acero con un 25% y las de aluminio, un 10%. Sin embargo, siendo el mayor importador de acero en el mundo, no logra mantener la demanda interna por sí mismo. Durante la última década, el país importó más acero del que exportó.
Los aumentos a uno de los materiales más importantes para la infraestructura de Estados Unidos están llevando a territorio inestable el comercio internacional.
La OMC pidió a sus miembros que eviten caer en las provocaciones de una guerra comercial.
“Hay que hacer todos los esfuerzos para evitar la caída de las primeras fichas de dominó. Aún hay tiempo”, expuso el director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Roberto Azevedo a los jefes delegaciones de la institución en un encuentro a puerta cerrada en Ginebra, Suiza.
“A la luz de los recientes anuncios sobre medidas de política comercial, está claro que ahora vemos un riesgo mucho mayor y real de una escalada de las barreras comerciales en todo el mundo”, agregó, según una copia de su declaración facilitada a Reuters por la OMC.
Europa y Canadá condenaron las imposiciones, mientras que los países asiáticos también respondieron al tema; la Unión Europea respondió rápidamente, diciendo que en los próximos días propondrá medidas correctivas.
China por su parte, que exporta el 2.9% de la demanda de acero por parte de Estados Unidos tampoco se mantendrá al margen.
El primer ministro, Li Keqiang, aseguró que el país se opone al proteccionismo comercial y que apoya el arreglo de disputas comerciales a través de la negociación, pero “resguardará resueltamente” sus derechos e intereses legítimos, según un informe.
Por otro lado, en Japón, Yoshihisa Tabata, el director ejecutivo de la Asociación Japonesa de Aluminio, declaró: “Queremos que Trump abandone el plan”.
“Estados Unidos es el segundo mercado de exportación después de China para los productores japoneses de aluminio y los altos aranceles tendrán un impacto directo en sus negocios”, agregó Tabata.
Japón representa el 4.9% de las importaciones de Estados Unidos.
Tabata advierte que “si se ponen en marcha los nuevos aranceles, los productos de gama baja entre los japoneses de aluminio serán reemplazados rápidamente por productos fabricados en Estados Unidos, aunque el aluminio de alta gama puede tardar un tiempo en cambiarse”, declaró Tabata.
Los costos aumentarán
Los aranceles además causarán una mayor volatilidad en los precios de los metales y en las materias primas, que alterarán los precios de distintas industrias, como la de la construcción, aeroespacial y la automotriz.
“Los productores y compradores tendrán que enfrentar cambios inesperados en los precios del aluminio y las primas en el futuro”, agregó Tabata.
Por su parte, la asociación alemana de la industria automotriz, VDA, también externó su preocupación y pidieron a los legisladores que evitaran una guerra comercial.
“Se debe evitar a toda costa una guerra comercial entre Estados Unidos y Europa. En una guerra comercial de este tipo, solo hay perdedores por todos lados”, declaró Bernhard Mattes, presidente de la VDA.