Los expertos creen que los documentos podrían dar pistas sobre un viaje que el asesino hizo a México antes del tiroteo.
El presidente Trump cumplió su palabra el jueves -algo así- al permitir que muchos de los archivos restantes sobre el asesinato de John F. Kennedy sean lanzados al público.
Se esperaba que el lote de documentos revelara los detalles completos del asesinato de quien fuera el presidente 35 de Estados Unidos, a manos de Lee Harvey Oswald en Dallas, Texas, el 22 de noviembre de 1963.
Pero con algunos registros permaneciendo en secreto, los misterios permanecen, al menos hasta que el resto de los documentos sean finalmente desclasificados.
La mayor parte de la Colección de Registros de Asesinato del Presidente John F. Kennedy, que se almacena actualmente en los Archivos Nacionales (NARA, por sus siglas en inglés), se ha publicado anteriormente. Bajo la Ley de Recopilación de Registros del Asesinatos de John F. Kennedy, de 1992, el Congreso había aprobado la desclasificación del resto de estos documentos antes del 27 de octubre de 2017, a menos que el presidente en ejercicio autorizara la retención adicional de los archivos.
El presidente Trump, en cierto modo un teórico de la conspiración, ha optado por mantener algunos de estos archivos clasificados, en espera de una revisión que se extenderá a 180 días. La Casa Blanca ha dicho a los periodistas que las agencias de inteligencia, incluidos el FBI y la CIA, han solicitado que los registros permanezcan en secreto.
Que el presidente haya optado por retener algunos de los documentos no debería ser una sorpresa. Cuando anunció por primera vez que permitiría la publicación de los archivos el sábado, notó que estaba “sujeto a la recepción de más información”.
El presidente se burló del lanzamiento de los archivos JFK a través de su cuenta de Twitter el miércoles por la tarde.
No se esperaba que los archivos restantes que se publicaron el jueves tuvieran alguna revelación importante. “Aunque NARA no puede hacer comentarios sobre el contenido de los registros”, dice una sesión de preguntas y respuestas de los Archivos Nacionales, “asumimos que gran parte de lo que se lanzará será tangencial a los eventos de asesinato”.
Algunos expertos creen que los documentos podrían arrojar luz sobre un viaje de Oswald a México antes del tiroteo de Kennedy, donde se dice que el asesino se reunió con espías cubanos y soviéticos y dijo que quería matar al presidente.
También se especula que algunos de los archivos se acumularon en la década de 1990, lo que podría haber contribuido a que el gobierno los retenga, porque podrían comprometer las técnicas de recopilación de inteligencia o la seguridad nacional.
El lote de documentos de asesinato de JFK de octubre de 2017 ya está disponible para su descarga desde el sitio web del Archivo Nacional.