El coronavirus hizo que Neverías Frody se cambiara el chip sobre el consumo del helado sin castigar a su personal o a sus clientes.
Por Francisco Rivera
Si el cliente no va al postre, el postre va al cliente. El nuevo coronavirus hizo que Neverías Frody modificara su concepción de que el helado es una compra de destino, cuando las familias van al establecimiento después de comer en casa.
Las ventas de la empresa, cuyo origen se remonta a un food truck en Azcapotzalco hace 10 años, al norte de la Ciudad de México, cayeron 40% en marzo respecto al mismo mes del año pasado.
El confinamiento social, vigente desde el día 23 de ese mes, borró a los clientes de los negocios no esenciales.
La firma, con 40 establecimientos en total en la capital mexicana y en Cuernavaca, concentró entonces sus energías en los servicios de entrega a domicilio.
“Sí teníamos la presencia en las apps, pero jamás habíamos hecho campañas, estábamos muy enfocados en que si la gente quiere un helado, pues va a ir a las tiendas. Y eso nos dio un gran aprendizaje porque es otra línea comercial que ha sido muy exitosa en la compañía”, afirma Beatriz Rodríguez, socia y directora comercial.
La compañía modificó los empaques para que pudieran resistir más hasta llegar a sus destinos y en las tiendas estableció el servicio de pickup, lo que ha evitado que las ventas caigan más allá del 40% registrado en marzo.
“Mucha gente pide tacos o tortas, que son industrias en donde el delivery es muy importante, y nosotros en la industria de los postres nos dimos cuenta de esta oportunidad que no estábamos capitalizando al 100% y que además nos podría ayudar a incrementar el consumo del helado si te lo acerco a tu casa”, agrega.
Se sacrifica la empresa, no a trabajadores y clientes
Neverías Frody será la que absorba las pérdidas y está convencida de que 2020 será un año en donde no perderán los empleados ni los clientes.
Beatriz sostiene que pese al duro impacto económico, los sueldos y prestaciones de los 250 trabajadores no se tocaron.
“A los empleados se les mantuvieron sus bonos mensuales. La gente que tiene un padecimiento crónico se fue a su casa con su sueldo”, afirma.
“Siempre fue nuestra prioridad no disminuir la plantilla por mantener el ingreso de las familias que dependen de la empresa y número dos para mantener la velocidad de servicio”, agrega.
Además, los precios de los productos se mantendrán al menos en lo que resta del año, a pesar de que los costos de insumos se han elevado, como el caso de la leche.
“Estamos conscientes que viene una parte económica muy importante que nos afectará a todos. La compañía está comprometida a que los clientes sean los últimos que absorban todo el golpe económico que tendremos internamente en cuestión de costos”, apunta.
Planes de expansión no se “derriten”
Pese al difícil contexto económico, la empresa mantiene su plan de abrir 10 tiendas por año, principalmente en la capital mexicana.
“Tenemos el plan de llegar a las 90 tiendas en los próximos cinco años en la Ciudad de México porque aquí está el consumo más alto. La expansión que pensamos es como en aros, del centro del país hacía afuera”, asegura.
La compañía confía en que la apertura de sucursales compensará más adelante las caídas de ingresos y ganancias previstas para este año.
“Fue una decisión complicada porque lo más normal es que frenes, pero al final decidimos que tenemos que ir para adelante. Entre más gente tengamos más nos van a conocer y estamos apostando a que ese volumen en un futuro sea el que regrese la estabilidad económica a la compañía”, comparte.
Empresa con causa
Beatriz destaca la responsabilidad social de la firma y las causas que apoya a través de cuatro personajes (Frody, Lucas, Panchito y Rita).
Recuerda que la empresa regaló helados a personal médico y personal de limpieza, así como a niños en orfanatos.
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