Firmas como Daimler, Basf o DHL toman medidas que van desde aprovisionarse de botellas de gel antibacterial y cubrebocas hasta la restricción de viajes.
Por: Zacarías Ramírez Tamayo
Los planes de contingencia de las empresas se activaron el pasado viernes, después de confirmarse los primeros casos de personas contagiadas por el coronavirus Covid-19 en territorio mexicano.
“Tuvimos una llamada hoy (viernes 28 de febrero)”, dice Marcela Barreiro en referencia al comité de crisis en Alemania que coordina a los comités de las filiales que Daimler Trucks tiene alrededor del mundo.
La llamada es parte de un seguimiento constante a los ejecutivos y empleados que en estas fechas están en tránsito de un país a otro para saber cuándo y cómo llegan a su destino, y si alguno puede estar enfermo, añade la directora de Recursos Humanos de Daimler Vehículos Comerciales, cuya plantilla en México es de 8,500 trabajadores.
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Las medidas que toman las empresas van desde aprovisionarse de botellas de gel antibacterial y cubrebocas hasta restringir los desplazamientos de sus ejecutivos.
“Los viajes a los países donde hay más casos confirmados están suspendidos, a China desde que surgió la alerta, y a Italia desde hace una semana, señala Marcela Domenzain, directora de Recursos Humanos para México, Centroamérica y Caribe de la alemana Basf.
“El trabajo que se iba a hacer en los viajes ahora se hace virtualmente, con teleconferencias”, dice Antar Mendoza Ibarrola, director de Basf Sitio Puebla.
“Tenemos un plan de acción por si se expande la epidemia”, indica Carlos de Silva de Silva, vicepresidente de Recursos Humanos de DHL Express México, una empresa con 7,500 empleados y cuya área más vulnerable es su centro de llamadas de servicio al cliente, que concentra a unas 600 personas en un solo piso de sus oficinas en la capital del país.
“Ahí se puede producir una epidemia, estamos muy pendientes de quienes están enfermos y de los visitantes”, agrega De Silva.
El directivo afirma que en DHL los ejecutivos tampoco tienen permitido hacer viajes de trabajo a Italia o China, y que sus colegas en ese país asiático no tienen autorizado viajar a algún lado.
Otro foco de atención son los encargados de entregar la paquetería, quienes tienen la instrucción, según Da Silva, de irse a sus casas en caso de sentir los síntomas.
“Justo hoy (28 de febrero) notamos que hay psicosis, la gente empezó a preguntarnos con insistencia”, indica Manuel Becerra Vázquez, director de Planeación y Desarrollo de Grupo Vidanta, empresa turística mexicana que emplea a 17,000 personas.
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Los ejecutivos fueron entrevistados en el marco de los reconocimientos Great Place to Work, el viernes 28 de febrero, día en que las autoridades hicieron oficial la llegada del COVID-19 a México, con dos casos confirmados. Hasta el lunes pasado, había cinco casos confirmados y 21 sospechosos, según la Secretaría de Salud.
Como ocurrió con la crisis sanitaria provocada por el virus H1N1 hace 11 años, las empresas turísticas podrían estar de nuevo entre las más afectadas.
“Tuvimos un momento de ‘todos a guardarse’ (…) seguramente las autoridades tomarán las mismas medidas esta vez”, anticipa Diana Salinas, directora de Capital Humano de Grupo Posadas, cuya plantilla asciende a 19,000 trabajadores.
“Es un tema delicado”, añade la ejecutiva, quien ya vislumbra que los protocolos que hoy aplican con los empleados los extiendan a los huéspedes.
A la vez que se preparan para contener la propagación del virus entre su personal, las empresas alistan sus protocolos para no interrumpir su actividad.
“Como empresa de tecnología, tenemos las herramientas para, en caso de que se necesite, actuar y seguir dando el servicio”, dice Mayra Chiu, vicepresidenta adjunta de Diversidad, Inclusión y Desarrollo Organizacional de la telefónica AT&T México.
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LAS LECCIONES DEL H1N1
Las empresas echan mano de las enseñanzas que dejó la crisis del H1N1, como identificar que el problema sanitario tiene etapas y que en la actual es más útil informar, aprovisionarse de los insumos de protección y evitar que la alarma de apodere del personal.
“Desde hoy, nuestros empleados tienen información de lo que es y lo que no es el virus, de que no es tan mortal”, dice Becerra, de Vidanta.
Añade que desde 2009 la compañía tiene un plan contra desastres y su propio personal de protección civil, bomberos y paramédicos.
Posadas ya prepara la información con las medidas de seguridad para comunicarlas a los empleados, tales como los síntomas principales, cómo monitorearse a sí mismo y a un familiar en caso de presentar los síntomas y qué protocolos seguir en cada lugar, señala Diana Salinas.
Los principales síntomas, de acuerdo con la Secretaría de Salud, son fiebre, tos y estornudos, malestar general, dolor de cabeza y dificultad para respirar.
“Desde hace semanas comenzamos a mandar comunicados al personal con recomendaciones como las que circulan en las redes sociales y pusimos en estaciones de cada piso (en el edificio de las oficinas corporativas) cubrebocas, gel antibacterial y recomendaciones”, afirma Domenzain, de Basf.
“Ahora estamos en la segunda etapa: activamos más fuerte el comité y dijimos que debemos de dar recomendaciones adicionales a las que hay en las redes sociales, como poner fin al saludo de beso y de mano, disponer de toallas desinfectantes para limpiar las laptops y sobre todo los celulares, que son un foco impresionante de virus y bacterias”, agrega.
Mientras administran información y calma, las empresas hacen reservas de insumos. En Vidanta disponen de gel antibacterial en algunas áreas, y Becerra dice que dan facilidades a los empleados para que si se sienten más seguros usando cubrebocas lo usen. “No vamos a promover su uso para no crear alarma”.
En Posadas ya empezaron a crear sus reservas de cubrebocas, guantes, gel y todo lo que un consultorio médico requiere, dice Salinas.
“Justamente, hoy (viernes 28 de febrero) se compraron más mascarillas y guantes de látex, ya hay inventario”, dice Domenzain, de Basf, quien añade que desde hace varios años en la compañía aplican la vacuna de influenza.
Gracias a que el H1N1 les “enseñó muchísimo”, en Basf están bien preparados, dice a su vez Mendoza.
Da Silva, de DHL Express, apunta que la firma toma medidas, pero que no se “apanican” porque a diferencia de 2009 con el H1N1, “esta vez es preventivo, en aquella ocasión fue reactivo”.
En Daimler piensan que aún no es momento de tomar medidas especiales, pero sí de estar alertas.
“Estamos reuniéndonos con más frecuencia solo para ver si alguien tiene noticias de algo nuevo, y los viajes de los ejecutivos que tienen que ir a Europa siguen haciéndose”, dice Flavio Rivera, presidente y director general de Daimler Vehículos Comerciales.
En cambio, Da Silva quiere ir más allá que solo abastecer el dispensario. Dice que están tratando de conseguir los reactivos para aplicar pruebas y detectar la presencia del virus en las propias instalaciones de la compañía, con la finalidad de actuar rápido y aislar a los empleados que pudieran dar positivo.