Washington, Tokio y Bruselas unieron fuerzas hoy para exigir reglas globales más fuertes contra los subsidios gubernamentales que distorsionan el comercio, acusan especialmente a China.
AFP.- En una declaración, los gobiernos pidieron a la Organización Mundial del Comercio (OMC) que refuerce las regulaciones existentes, que según ellos son “insuficientes para abordar los subsidios que distorsionan el mercado y el comercio”, pero se abstuvieron de nombrar a China directamente.
La OMC actualmente prohíbe dos tipos de subsidios. Los tres signatarios proponen agregar cuatro nuevos, incluidos los otorgados a compañías insolventes “en ausencia de un plan de restructuración creíble” o aquellos otorgados a compañías “incapaces de obtener financiamiento o inversión a largo plazo de las fuentes comerciales independientes que operan en sectores o industrias con sobrecapacidad”.
Esperan obtener el apoyo de otros países antes de discutirlo en la duodécima conferencia ministerial de la OMC en junio.
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La declaración fue adoptada después de una reunión en Washington entre el ministro japonés de Economía, Industria y Comercio, Hiroshi Kajiyama; el representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer; y el comisario europeo de Comercio, Phil Hogan.
Los tres ministros también destacaron que la transferencia de tecnología “leal, voluntaria y basada en los principios del mercado puede ser mutuamente beneficiosa para el crecimiento y el desarrollo”.
Por otro lado, en comentarios claramente dirigidos a Pekín, enfatizaron que “cuando un país impone una transferencia forzada de tecnología, priva a otros de la oportunidad de aprovechar los flujos de (…) innovación y tecnología”.
Estos comentarios llegan en un momento en que Estados Unidos y China firmarán un acuerdo comercial parcial en Washington el miércoles para poner fin a su guerra comercial.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su administración, se enfrentaron a China en marzo de 2018 obligándola a poner fin a prácticas comerciales consideradas “injustas”, señalando precisamente los subsidios masivos de las autoridades chinas a las empresas estatales o la transferencia forzada de tecnología a expensas de las empresas estadounidenses.