Una organización legal de derechos humanos fue quien presentó la demanda hoy. Se trata del primer caso de este tipo contra las Big Tech en Estados Unidos.
Por Vivienne Walt
La organización representa a víctimas anónimas. La demanda contra Apple, la empresa matriz de Google Alphabet, Microsoft, Tesla y Dell, fue presentada en un tribunal federal de Washington, D.C., alegando que sus enormes beneficios se están generando a partir de las labores de los niños de la República Democrática del Congo.
Esta denuncia describe como “condiciones de la Edad de Piedra” que a veces pagaban con sus vidas quienes laboraban.
Fortune se aventuró en las minas de cobalto el año pasado para investigar los métodos utilizados para excavar las baterías de iones de litio encontradas en los minerales, esenciales para todos los teléfonos inteligentes, vehículos eléctricos y una miríada de otros dispositivos.
Entonces, se pudo observar que los niños trabajaban 12 horas al día, algunos por sólo US$2 al día, cavando y transportando sacos de rocas ricas en cobalto, en una caótica lucha por el bien más preciado.
Casi dos tercios del suministro actual de cobalto en el mundo se origina en una franja del sur de la República Democrática del Congo, un país acosado por una profunda corrupción y una pobreza abrumadora. “Cuando los niños no están en la escuela, todos van a trabajar a las minas”, dijo el residente de una aldea. “Incluso a partir de los 10 años”.
Dada la terrible penuria, esa realidad continúa incluso con el riesgo de que mueran niños y niñas.
UNA DEMANDA POR DERECHOS HUMANOS
La demanda, presentada por International Rights Advocates, un grupo sin fines de lucro de defensa legal de los derechos humanos en Washington, agrupa a 14 demandantes anónimos, entre ellos las familias de seis niños mineros muertos en el trabajo; los demás sufrieron lesiones graves.
Uno, por ejemplo, es un chico de 15 años que quedó paralizado del pecho hacia abajo, después de caer por un túnel empinado de una mina, donde transportaba cobalto por menos de un dólar al día. La mina era operada por una empresa minera propiedad del gigante suizo de productos básicos Glencore, según la denuncia.
“Los niños trabajan en condiciones de la Edad de Piedra por salarios miserables y con un riesgo personal inmenso para proporcionar cobalto, que es esencial para el llamado sector de la ‘alta tecnología'”, expresa la demanda legal. “En pocas palabras, los cientos de miles de millones de dólares generados por los acusados cada año no serían posibles sin el cobalto extraído en República Democrática del Congo”.
Las estadísticas de la industria lo dejan claro. Los gigantes de la tecnología han prometido durante años deshacerse de sus cadenas de suministro de operaciones de extracción de cobalto no reguladas en República Democrática del Congo.
Profundamente preocupadas por la posibilidad de que los consumidores renuncien a sus productos, las cinco compañías se han opuesto al trabajo infantil. En junio del año pasado, Elon Musk tuiteó que la próxima generación de vehículos eléctricos Tesla no tendría cobalto en absoluto.
We use less than 3% cobalt in our batteries & will use none in next gen
— Elon Musk (@elonmusk) June 13, 2018
Pero a medida que los grandes fabricantes de automóviles amplían sus planes de electrificación, el mercado del cobalto está en auge, un hecho que ha ayudado a empujar la minería del cobalto en República Democrática del Congo a niveles más peligrosos y frenéticos, según la demanda de esta semana contra los gigantes tecnológicos.
La batería de un vehículo eléctrico promedio requiere alrededor de 18 libras de cobalto (8.1 kg), aproximadamente 1,000 veces el cuarto de onza que se encuentra en un smartphone típico. Se espera que la demanda mundial de este mineral alcance las 120,000 toneladas métricas al año para 2020; un 30% más que en 2016, y podría alcanzar las 357,000 toneladas para 2030, según la empresa de comercio de cobalto con sede en Londres Darton Commodities.
Las empresas tecnológicas dicen que ya están tomando medidas enérgicas contra las fuentes “artesanales” en sus cadenas de suministro, y que han bloqueado a los proveedores que parecen comprar cobalto de minas artesanales irregulares, incluyendo las que utilizan niños.
Se cree que cerca de un tercio del cobalto de República Democrática del Congo se extrae de manera informal.
Apple declaró que realizó un seguimiento de todas las fundiciones que suministran cobalto y se somete regularmente a auditorías de terceros, una afirmación que Amnistía Internacional pareció aceptar en 2017, cuando calificó a la empresa como líder de la industria en la limpieza de sus suministros de cobalto.
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La portavoz de Dell, Lauren Lee, declaró el lunes a Fortune que la compañía estaba investigando las acusaciones de la demanda y que estaba comprometida con los derechos humanos de los trabajadores.
“Nunca hemos buscado deliberadamente operaciones utilizando cualquier forma de trabajo involuntario, prácticas de reclutamiento fraudulentas o trabajo infantil”, escribió Lee en un correo electrónico. “Trabajamos con proveedores para gestionar sus programas de abastecimiento de forma responsable.”
Fortune realizó una petición para comentar la situación a las otras cuatro compañías nombradas en la demanda, pero quedaron sin respuesta.
La limpieza de las cadenas de suministro podría ser mucho más complicada de lo que las empresas de tecnología han afirmado o quizás asumido. El mes pasado, la Organización para el Desarrollo Económico y la Cooperación en París, que hace un seguimiento de las operaciones globales de cobalto, reportó resultados muy diferentes y la percepción entre las compañías tecnológicas: muchos de los mayores productores de cobalto del mundo usan cobalto de algunos mineros artesanales y mezclan el producto con el suyo.
El informe dice que la minería artesanal está cada vez más mezclada con operaciones industriales más organizadas, y que la corrupción, así como los niños mineros, está muy extendida en la industria.
“El informe muestra que se trata de algo más que de trabajo infantil”, dijo Tyler Gillard, jefe de proyecto del Centro de Conducta Empresarial Responsable de la OCDE, cuando se publicó el reporte. “Los desafíos son enormes.”
También lo fueron los desafíos en la preparación de la demanda presentada hoy. Los niños mineros que extraen cobalto y los familiares de los que murieron en el trabajo dieron testimonios secretos en un lugar seguro de República Democrática del Congo durante un período de tres semanas, fuera de la vista de las autoridades locales, la policía y los gerentes de minas, todos los cuales bien podrían castigar a los que se manifestaran.
“Tenemos una ONG en el terreno, que se desconoce por temor a las represalias de las empresas y del gobierno”, comentó a Fortune el abogado Terrence Collingsworth, que dirige International Rights Advocates en Washington. “Me trajeron a los niños en un lugar seguro”.
Dijo que se sentía seguro de que tenía un “caso ganador” contra las empresas de tecnología.
Posterior a la publicación original de este texto (16 de diciembre), Google México contactó a Fortune en Español para dar su postura al respecto:
“El trabajo infantil y la exposición de menores al peligro es inaceptable y nuestro Código de conducta para proveedores prohíbe estrictamente esta actividad. Estamos comprometidos en obtener todos nuestros insumos de manera ética y eliminar la minería infantil en las cadenas de suministro mundiales. Como miembro activo de la Iniciativa de Minerales Responsables (RDC, por sus siglas en inglés), trabajamos junto a nuestros proveedores, otras compañías y grupos de la industria para impulsar los esfuerzos dentro y fuera de la RDC”.
Nota del editor: esta historia fue publicada originalmente el 16 de diciembre de 2019, pero actualizada el día 17 del mismo mes.