Solía ser una anécdota entre algunos inversionistas. Hoy las Fintech que usan el fondeo colectivo poco a poco se vuelven un obligado por sus rendimientos.
Mientras las rentas de las inversiones en bolsa han caído, algunas personas, tanto experimentadas como primerizas, han encontrado una alternativa atractiva.
Aunque ya no es una novedad, el fondeo colectivo, mejor conocido como crowdfunding, permite que varios inversionistas arriesguen colectivamente su dinero en un activo, ya sea empresa, inmueble o proyecto.
Las necesidades de este mercado, las malas y buenas experiencias, así como la reciente regulación han consolidado esta opción de financiamiento como una alternativa viable para inversionistas. Gracias a que se puede empezar a invertir con montos pequeños, este ecosistema da acceso a inversionistas primerizos.
En las plataformas actuales de fondeo colectivo se puede invertir en préstamos hasta en inmuebles, con periodos de cinco años. Los esquemas son muy variables así como las garantías y, por supuesto, las tasas de retorno. Con rendimientos de alrededor del 20% anual, en un estimado general, funcionan como un complemento para los portafolios de inversión.
No se trata de una ola como la de las criptomonedas, pero tampoco son instituciones con tanto historial como las bolsas o los bancos. Sin embargo, la regulación que generó la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) con la llamada Ley Fintech intenta dar más seriedad a los nuevos chicos de la cuadra.
Existen 25 empresas fondeadoras que enviaron su solicitud a la CNBV para ser autorizadas bajo la Ley Fintech. Las que tengan el visto bueno del organismo, en marzo, deberán dar a conocer información como su tasa de impago, cartera vencida y los recursos que han invertido en sus plataformas.
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La revisión por parte del regulador será un factor que ayude a disminuir el riesgo que puede implicar invertir en alguna de estas plataformas. De ahí que la recomendación de Miguel Mejía, fundador de la Asociación de Plataformas de Fondo Colectivo (Afico) sea invertir en empresas que hayan ingresado sus papeles a la CNBV, pues habla de la disposición que tienen para hacer las cosas bien e inspiran confianza.
En general, el perfil del inversionista que apuesta sus recursos en estas plataformas es el que busca más diversificación en su portafolio. Ya dentro de cada tipo de crowdfunding puede optar por tomar mayor o menor riesgo que, como es sabido, implica mayor o menor rentabilidad.
FONDEAR NO ES FUNDAR (EQUITY Y FRANQUICIAS)
Entre las alternativas para poner a trabajar el dinero está invertir en algún emprendimiento. Hay distintas formas de hacerlo, no solo se trata de comprar acciones, sino que puede financiarse deuda con el respaldo de una factura, por ejemplo, o incluso invertir en alguna franquicia sin ser un franquiciatario.
El caso de 7Clean es muy claro. Fue la segunda franquicia en ser fondeada en PlayBusiness, después del éxito de Cervecería de Barrio. Ingresó un proyecto de inversión que tenía como garantía las ganancias futuras de su sucursal más rentable.
Logró recaudar más de 12 millones de pesos con aportaciones que iban desde los 7,500 pesos por persona. Hoy alrededor de 500 inversionistas participan de las ganancias de aquella sucursal y de tres más que, gracias a ese capital, abrirán próximamente. “Se estima que a partir de cinco años puedan recuperar su inversión”, dice Ana Beniamini, su directora general.
El esquema utilizado fue de regalías, es decir, según las ganancias de las sucursales se les paga una tasa anual esperada de alrededor, en este caso, de 20%. Obviamente, como con toda inversión, no hay un rendimiento garantizado.
En cambio, en el esquema de crowdfunding de Propeler, no se trata de tener un rendimiento por ventas o ingresos de una franquicia. “Solíamos ser un family office que se dedicó al análisis de empresas durante 15 años. Ahora somos una plataforma en la que realmente se pueden obtener acciones de la empresas”, dice Karla Jiménez, fundadora de Propeler.
Sus proyectos ofrecen, con un rendimiento estimado no garantizado, acciones de las empresas que allí se postulan. Como se trata de acciones, pueden tener rendimientos sin límite, pues no tienen un tope preestablecido. Aunque, como sucede en la Bolsa, las caídas también son posibles.
Para invertir en una franquicia vía crowdfunding, como en cualquier otro instrumento de inversión, es importante entender el modelo de negocio y el financiero, y comprobar que el facilitador financiero sea serio y opere de acuerdo a la ley, señala Juan Manuel Gallástegui, consultor de franquicias.
Aunque lo que distingue a cada plataforma es cómo elige los proyectos para que efectivamente generen el retorno deseado, no está de más que cada inversionista lo haga también.
Parte del valor agregado de las empresas de crowdfunding es desplegar la información relevante para que cada inversionista tome su decisión.
FACTORAJE Y DEUDA PARA TODOS
Otra manera de invertir en una empresa es por medio del factoraje, un negocio muy conocido, solo que ahora se puede hacer con el dinero de varias personas. La plataforma Cumplo, por ejemplo, analiza el historial de las empresas y sus pagadores, que ponen sus facturas por cobrar como garantía.
El grupo de inversionistas pone el dinero para financiar su capital de trabajo a cambio del cobro de un interés, que es parte de la renta que reciben los inversionistas.
Antes de decidir invertir en tal o cual factura, cada inversionista puede ver el giro del negocio, información del documento, quién es el pagador, historial, entre otros aspectos. Es la misma factura la que está como garantía.
“Se puede invertir desde 1,000 pesos”, dice Paulina Aguilar, directora general de Cumplo. Tienen una tasa promedio de 16% anual, con un plazo preestablecido generalmente a 30, 60 o 90 días.
THERE’S NO FREE LUNCH
Según un estudio propio de la Afico, las plataformas de préstamo que pertenecen a la asociación habían otorgado más de 1,500 millones de pesos al cierre de diciembre de 2018. Esto aún sin estar reguladas por la CNBV.
De ese monto fue la confianza que los usuarios depositaron en estas fintech. Ahora que han sido 25 las que buscan ser reguladas por la Ley Fintech, solo se puede esperar que más personas incrementen esa cantidad.
La tasa promedio de aquellas plataformas fue de 16%, mucho más que un pagaré en un banco, la inflación, Cetes y, en ocasiones, las bolsas. La manera en que pueden ofrecer estas tasas se debe a que están en etapa de ganar adeptos y buena reputación. Así que tienen que atraer inversionistas.
Además, mientras que las instituciones tradicionales gastan en un staff de miles de personas, las fintech suelen tener no más de 100 empleados. No recurren a scores o calificadoras, sino que se ahorran ese gasto al hacer sus propios análisis de datos. Es una ventaja que la tecnología ha posibilitado.
Con costos bajos, “buscan darle al inversionista el 100% del rendimiento que tienen. Como el equipo de trabajo de las plataformas es chico, todo lo quieren automatizar y no necesitan 1,500 sucursales y 10,000 empleados.
Se pueden dar el lujo de vivir solo de las comisiones, sin tener ingresos de las diferencias de tasas”, señala Alberto Ratia, fundador de FintechU, una escuela de temas relacionados con Fintech y nuevas tecnologías.
El papel que pueden tener estas plataformas en un portafolio varía, como todas las inversiones, en las necesidades de cada persona. Para definir qué proporción destinar a qué tipo de inversión hay que considerar los plazos, rendimientos estimados, garantías y la susceptibilidad al riesgo.
En la opinión de Alberto Ratia, “en lugar de poner dinero en Cetes, el banco o Bolsa, dedica el 20% a crowdfunding. Es un riesgo controlado.” El tiempo dirá si esta proporción se consolidará en los portafolios. Gracias a la regulación, ya que las plataformas publiquen su desempeño y rentabilidad, será más sencillo decantarse por alguna de ellas.
Eso sí, las reglas de las inversiones no cambian: entre mayor tasa, mayor riesgo. Y la diversificación es el rey.
Las plataformas de fondeo colectivo no son competencia directa de la banca privada, casas de bolsa o fondos de inversión, sino un nuevo jugador que llegó para quedarse. Se trata de una alternativa para crecer el portafolio de inversión y diversificarlo aún más.
Ahora que la regulación ante la CNBV está en proceso, el crowdfunding es un escenario adecuado para aprender a invertir o volverse tan agresivo como el inversionista quiera.
DIFERENTES ESQUEMAS DE CROWDFUNDING
Las empresas de fondeo colectivo se pueden clasificar de esta manera:
PRÉSTAMOS A PERSONAS
Prestadero, Doopla y Yotepresto. Según el caso, se reciben los pagos y los intereses generados.
PRÉSTAMOS PARA EMPRESA
Zigo y Cumplo son plataformas que le prestan dinero a empresas. En el caso de Cumplo, es una factura por cobrar la garantía.
INMUEBLES COMO GARANTÍA
M2Crowd, Inverspot, Briq, Expansive o 100 Ladrillos invierten para adquirir un inmueble.
EQUITY Y FRANQUICIAS
Play Business y Propeler. Plataformas para adquirir acciones de una franquicia entre varios.
Nota del editor: sirvan estos textos como referencia, pero no deben ser tomados como una invitación a hacer alguna inversión en particular.