La espectacularidad de estos Lamborghini no reside en el tamaño del motor o la impactante arquitectura de la línea del auto, sino en la experiencia de “diseñar” tu propio juguete de pista.
Por Gabriella Morales-Casas
Dicen que el diablo está en los detalles, y lo sabe el equipo mexicano de esta marca italiana de supercars.
Que Ferruccio Lamborghini nombrara los modelos de sus automóviles deportivos como a toros de lidia (su signo zodiacal era Tauro) habla del espíritu de la marca italiana: osada y sin temor a nada.
“El cliente Lamborghini es alguien atrevido a quien no verás jugando golf, sino corriendo en la montaña lleno de lodo hasta el cuello y viviendo al límite”. Es la voz de Iván Chávez, director de operaciones y marketing de Lamborghini México, quien atiende en persona a los clientes Lambo.
El atrevido torero que compra un Lamborghini ya tuvo un BMW o un Mercedes-Benz, seguramente un Porsche, y ahora quiere algo que hable de su personalidad. Una cosa son las configuraciones comunes en un vehículo y otra, muy diferente, una compra custom made.
OLÉ AL ARTE
La experiencia comienza desde la recepción de Jessica Moreno, la gerente de boutique (decir “agencia” es poco lujoso).
“A algunos clientes los atendemos en sus oficinas y hay quienes piden las propuestas vía online, aunque nosotros siempre preferiremos el contacto directo y que vean las piezas en vivo”, explica Moreno. Tal como lo hacen Goyard o Hermès con sus exclusivos bolsos: nada sustituye a los sentidos.
¿Un Aventador, un Huracán o la nueva SUV Urus? Cuando el cliente ya sabe el modelo que desea, se le ofrece el portafolio de personalización, que supone desde la elección del color de la carrocería y los asientos hasta el estilo de los rines, e incluso los materiales de los acabados interiores y algunos exteriores.
Cada uno de estos autos tiene un precio base con colores establecidos (Aventador y Huracán en blanco y negro, Urus llega con más variedad).
Por ejemplo, el Aventador SVJ parte de 660,000 dólares. Lo que sigue es abrir el frasco de las esencias. Los portafolios son cajas en delicada piel negra con el logo de la marca que por dentro ofrecen el placer de la individualidad.
Rines y cálipers de frenado en miniatura componen la muestra de diversos estilos y colores, lo mismo que tonalidades brillantes para los cinturones de seguridad. Por supuesto, también incluye diferentes tipos de piel para asientos y consolas, ya sea en cuero bovino o en alcántara, en varios colores con bordados cucitura.
Esta costura siempre va en hexágono, parte de la iconografía de la marca. El tablero puede lucir piel, la refinada madera de poro abierto con inserciones de aluminio o la típica fibra de carbono.
Cuando se trata del exterior, la marca brinda un sinfín de tonos para la carrocería. Un plus de esta marca es hacer realidad combinaciones poco comunes: “En nuestra gama está el Viola Ophelia (que es un violeta uva), el Arancio Leone (como el Rey León) o Borealis (naranja degradado), pero hay clientes que quieren un amarillo fluorescente ochentero o un azul ‘pitufo’… Y sí, les concedemos el capricho porque actuamos como un sastre”, explica Iván Chávez.
EL TORO POR LOS CUERNOS
El Viola Ophelia del Aventador cuesta alrededor de 17,000 dólares. La factura aumenta hasta por 4 mil dólares si se ordena un negro o rojo mate (más característicos de los coches de carreras) o los perlados traslúcidos “que son aún más caros”, lo mismo que la solicitud para igualar un tono.
“Se cotiza el costo según el color, ya sea que traigan un Pantone o que llegues con tu bolso Hermès y quieras que tu coche sea del mismo color. En este caso, dejas el bolso y lo enviamos a Italia para igualarlo”.

El portafolios está lleno de maravillosas alternativas, como las banderas italianas en el capó o en los espejos retrovisores y los acabados.
“Algunas opciones son exclusivas para Aventador y Huracán. Tenemos una fibra de carbono compactada que luce a la vista como un mármol, exclusiva de Huracán. Se le coloca una capa que cubre una parte del motor”.
En cuanto a los rines, los estándar son de 19 pulgadas y los opcionales (de 20 pulgadas) pueden alcanzar un costo de 7,500 hasta 11,000 dólares por sus distintos diseños. Algunos, incluso, están forjados o tienen acabado diamante.
UNA SUV REBELDE
Lamborghini ha convertido en íconos de la industria a muchos de sus modelos: el Aventador V12, el Gallardo V10 o el Huracán V12. Ahora es el turno de Urus. Se subieron a la tendencia de las SUV y crearon una camioneta familiar, pero con el espíritu torero: un V8 biturbo.
“Cuando lo enciendes por primera vez, ruge ese poderoso motor y sabes que es un Lamborghini”, afirma Iván. Lo mismo sucede con el volante deportivo y los botones estilo avión.
Urus puede configurarse con una banca corrida para cinco o con dos asientos individuales atrás. Cuenta con asistencias de seguridad base como “la alerta de caminos urbanos, para frenarse si detecta movimiento”.
Se pueden añadir hasta 32 asistencias adicionales, además de los accesorios, como las dos tabletas desmontables fabricadas especialmente por los ingenieros de Lamborghini.
El promedio custom made de Urus alcanza los 110,000 dólares, mientras que para los autos puede alcanzar el 25 o 30 % del costo base; “según qué tan loca sea tu idea, sube el precio”, explica Iván.
“En alguna ocasión un cliente me solicitó un tono de Aston Martin para su Lamborghini, así que lo solicitamos. Fue un poco más caro y tardado porque debe pasar todas las pruebas de calidad, pero lo logramos”.
Por supuesto, la atención posventa es igual de personalizada. No importa si se trató de un accidente, un pequeño rayón “o un perro que se haya comido los cables de las ruedas traseras, como ya le sucedió a un cliente”.
Se reparó a la perfección. En Lamborghini es posible.
AL GUSTO DEL CLIENTE



OTRAS MARCAS “A LA MEDIDA”
Todas las firmas de autos cuentan con diferentes alternativas de equipamiento o estética para clientes exigentes.
Sin embargo, algunas ofrecen programas tan especializados que garantizan que no haya dos ejemplares iguales en la calle.
AUDI
Su programa de personalización, Audi Exclusive, puede ir más allá del configurador habitual que se encuentra en su sitio web. De momento, ofrece alternativas de estética, conectividad y poco más.
Aplica para el modelo de entrada a la firma (A1) o el A3, hasta el impresionante sedán de altos vuelos A8, sin olvidarse de las variantes deportivas RS o los paquetes estéticos S-line.
Los precios son relativamente razonables porque casi todos los “combos” son armados con anterioridad por el departamento de mercadotecnia.
BMW
Esta marca alemana se refiere como BMW Individual al departamento que modifica las especificaciones de serie al gusto de cada cliente.
Apela a la cosmética, con énfasis en los paquetes de inspiración M (así se llama la división de los vehículos más deportivos que produce la firma), el sello deportivo de la casa.
La personalización ofrece paquetes interesantes para el consumidor mexicano, muy exigente en el segmento Premium. Por ejemplo, combina piel, seda, alcántara y hasta madera fina.
En su eslogan presume que puede implementarse todo lo que se desee siempre que no intervenga con los estándares de seguridad o las “características” típicas de la marca. Se pueden hacer incrustaciones con temas artísticos o hasta disponer de diamantes y vivos en plata en las puertas o el tablero.
PORSCHE
Un ejemplo que utiliza en mayor medida la personalización es Porsche, con su departamento Porsche Exclusive Manufaktur.
Debido a su calidad de especialista deportivo y una línea de producción terriblemente flexible, la firma de Stuttgart posee un abanico muy completo en términos de personalización.
Aunque no es posible seleccionar todo, como en Lamborghini, sí existen numerosas opciones que abarcan desde los materiales del interior, pasando por la pintura y cosmética exterior, hasta los rines.
A ello se suman paquetes que pueden incluir equipos de sonido de nivel Hi-End o complejos sistemas de asistencia electrónica para mejorar la dinámica de conducción. Vaya, hasta se pueden forrar las rejillas de las salidas del aire acondicionado en piel.
Eso sí, el costo total de los extras puede llegar a ser la mitad del valor del auto personalizado.