Exos, una empresa conocida por entrenar a atletas de élite, está usando tecnología sofisticada (y ejercicios de bajo impacto) para ayudar a los oficinistas a mantenerse saludables.
Imagínate que estás en el trabajo y te dispones a agarrar una pila de papeles, cuando tu hombro se engarrota repentinamente de dolor. (A) ¿Sacas un Advil mientras debates si debes visitar a tu médico? O bien, (B) ¿vas directamente al consultorio de tu “proveedor de salud”, donde se encuentra una máquina equipada con sensores que evalúa tus movimientos, valora las asimetrías e inestabilidades que podrían estar causando la incomodidad y genera una rutina rápida y simple de ejercicios para aliviar el dolor?
Exos está apostando a que elijas la opción (B) y que tu jefe también te apoye. La autodenominada empresa de “human performance” comenzó hace casi dos décadas entrenando atletas de élite. Ahora, cuando un arduo mercado laboral impulsa a las empresas a invertir en beneficios para empleados relacionados con la salud, Exos expande sus servicios hacia los oficinistas y confía en la tecnología sofisticada para ampliar su alcance en el mercado corporativo de US$7,000 millones, donde la firma asegura ser utilizada por 1.2 millones de trabajadores.
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La empresa no sólo pretende entrenar a los MAMIL (mi- ddle-aged men in latex) que quieren arrasar en el Ironman. Es especialmente atractivo para los empleados de base, incluidos los que eufemísticamente llama “no motores”. La tecnología de análisis del dolor, conocida como 3D Movement Quotient (3DMQ), es una nueva característica (se estrenó en mayo) y una parte esencial de la campaña, porque el dolor es la principal causa de pérdida de productividad tanto para los atletas como para los adictos a la televisión. Exos también ofrece una evaluación rápida de cardio –que se basa en el VO2 max, una medida del consumo de oxígeno– para crear programas de ejercicio personalizados.
“Esto no es fitness, no es bienestar, no es solo prevención de enfermedades, realmente se trata de una mentalidad integral”, Mark Verstegen, presidente y fundador.
Exos está avanzando a pasos agigantados justo cuando el bienestar corporativo reaparece. El entusiasmo por tales programas se enfrió después de que los esfuerzos por demostrar que reducían los costos médicos no fueron concluyentes, y hoy en día muchos consisten en poco más que beneficios, como clínicas de pérdida de peso y reembolsos en gimnasios locales. Aún así, según la Sociedad para la Gestión de Recursos Humanos, el 59% de los empleadores ofrecen algún tipo de programa de bienestar, y el 24% aumentó sus ofertas en 2017.
En lugar de insistir en la reducción de costos, Exos enfatiza el valor de sacar el máximo provecho de los empleados cuando están en el trabajo, mientras encaja sus servicios –desde el entrenamiento físico hasta la preparación de comidas en las cafeterías de la compañía– como beneficios que ayudan a retener al personal. La compañía ahora es utilizada por 25 empresas Fortune 100 y una gama de fondos de cobertura y firmas de capital de riesgo, entre muchos otros. La aseguradora de salud Humana, un cliente desde 2015 para el cual Exos administra 10 centros de fitness, dice que la asociación ha disminuido el ausentismo y se ha convertido en parte de su estrategia para mantener a los mejores empleados en el grupo.
Los ingresos de la firma privada Exos están en camino a alcanzar los US$200 millones este año, dice la compañía, después de registrar un crecimiento porcentual en los últimos años en la etapa media de adolescencia. Esa trayectoria ha atraído a los negociadores de la lista premium: en marzo, Madrone Capital Partners, el vehículo de inversión de los miembros de la familia fundadora de Walmart, y BDT –la firma dirigida por Byron Trott, banquero inversionista de Warren Buffett– tomaron una participación mayoritaria. (Las empresas declinaron especificar el valor en dólares de la inversión).
Exos, con sede en Phoenix, fue fundada por Verstegen en 1999 como una empresa que se centra en los atletas profesionales. Los primeros clientes fueron la estrella del fútbol Mia Hamm y el jugador de la NFL J.J. Watt; la compañía pasó a brindar sus servicios al personal militar de élite, incluidos Navy SEALs.
Para 2010, Exos había comenzado a pivotar hacia el mundo corporativo, adivinando que los altos ejecutivos tendrían una mayor necesidad de sus servicios. “La clave es generar una cultura de la salud, y realmente se necesita un liderazgo corporativo que lo respalde”, dice Harry Liu, investigador del grupo de expertos Rand, que estudia los programas de salud en el lugar de trabajo. Para contribuir a esa cultura, Exos tuvo que reconocer el reducido número de personas que realmente hacen ejercicio. El programa de bienestar típico podría atraer al 10% de la fuerza de trabajo de una empresa, dice Exos, pero puede obtener una participación de hasta 40% centrándose en estilo de vida, nutrición y movimiento ergonómico, en lugar de la intensidad del campo de entrenamiento.
“Lo que estamos aprovechando es la insatisfacción en la atención médica reactiva”, señala Verstegen. Y, por supuesto, “estamos en la guerra por el talento”.
Por Phil Wahba