Cine & Chill. Cinépolis USA eligió con cuidado su más reciente (y lujoso) concepto de
salas de cine.
The Bay Theatre, en el barrio de Palisades Village en Los Ángeles, fue diseñado en 1948 por S. Charles Lee, un distinguido arquitecto de cines de la Costa Oeste.
El complejo que vivió la era dorada del cine en Estados Unidos y que permaneció cerrado durante 40 años ahora cuenta con 250 asientos de cuero de primera clase totalmente reclinables –sólo se les puede encontrar en otros dos lugares en este país: el Hard Rock Stadium de los Miami Dolphins y en el Estadio Levi’s de los 49ers de San Francisco–, coctelería, menú gourmet, meseros al alcance de un botón y la última tecnología de sonido y proyección.
Destaca un proyector de 35 mm, el único en su tipo en la cadena Cinépolis USA y una excentricidad en otros cines donde lo usual es encontrar proyectores láser y digitales.
La magnífica renovación costó más de US$10 millones, según reportó Los Angeles Times. Una inversión tan fuerte, sumada a una experiencia de valor completamente distinta para los clientes, pretende que la entrada para adultos cueste US$27, una de los más caras del país.
En esta zona, famosa por un alto nivel de vida y por las celebridades que caminan por sus calles, una apertura de este tipo no es tan escandalosa ni causa tanto furor. Sin embargo, Cinépolis USA no es el único que le ha visto el potencial a este lujoso concepto.
Las cadenas AMC Theatres, iPic Entertainment y Cinemark tienen conceptos similares en todo Estados Unidos.
Pero la estrategia de Cinépolis es relevante, ya que evoca a la nostalgia. Con presencia desde 2011 en la Unión Americana, la cadena mexicana pretende atraer a cinéfilos, personas de la industria y público amante de las experiencias de alta gama.
“A pesar de que la industria ha avanzado con la tecnología, todavía hay algo de valor en hacer las cosas de manera diferente”, dijo Luis Olloqui, director ejecutivo de Cinépolis USA. “Y a veces, diferente significa la forma en que solía ser”.
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