La pareja publicó su carta anual y este fue el tema central.
NOTA DEL EDITOR: Alan Murray es el presidente de Fortune y Chief Content Officer (CCO) para Time Inc.
Bill y Melinda Gates, quienes dirigen una de las fundaciones más grandes del mundo, publicaron su carta anual la mañana de este martes, la cual irradia el mismo optimismo que Bill expresó cuando fungió como editor invitado de la revista TIME, en enero.
En la carta, los dos hacen un esfuerzo de buena fe para responder lo que dicen que son las 10 preguntas más difíciles que les ha hecho la gente sobre su labor filantrópica.
Una que me llamó la atención fue esta: ¿por qué trabajas con empresas?
¿Es esta una pregunta difícil? Esto me remite a una columna del New York Times que menospreciaba los esfuerzos comerciales para abordar lo que tradicionalmente han sido los problemas del sector público, como arreglar el sistema de atención médica, explorar el espacio o proporcionar educación y capacitación general.
Hablé con Melinda hace unos días y me brindó algunas ideas.
“Bill y yo creemos que el sector privado es vital en la ecuación”
– Melinda Gates
“Bill y yo creemos que el sector privado es vital en la ecuación”, para así abordar los problemas sociales. “Siempre tratamos de tenerlo en mente: ¿cuál es el papel del gobierno, las ONG y el sector privado?”
El sector privado, comenta Melinda, está creciendo en importancia.
“Las cosas están cambiando. Las percepciones también se están transformando. Las empresas están siendo empujadas por su fuerza de trabajo millennial, que les exigen que estas cosas se hagan. Ya no es solo la responsabilidad social corporativa. Las compañías quieren hacer lo correcto para sus empleados y sus clientes”.
En su carta, la familia Gates mencionó que trabajó con GlaxoSmithKline (GSK), Johnson & Johnson y Monsanto en distintas iniciativas.
En nuestra conversación, Melinda citó el trabajo que la fundación está haciendo con Merck y Bayer en el tema de salud reproductiva. “Cada vez más empresas se nos acercan y nos acercan con buenas ideas”.
¿Existe un límite en la capacidad del sector privado para abordar estos problemas? Por supuesto. “No son muy buenos para llegar a un tope millonario”, dice Melinda. Pero eso deja mucho margen para una acción constructiva.