La NOM entró en vigor este año, y apenas 50% de las empresas están listas para su aplicación.
Por Ivonne Vargas
Problemas de liderazgo y desconocimiento sobre los alcances de esta disposición, estresan al empleador.
PREVENIR EN VEZ DE CURAR EL ESTRÉS
Arianna Huffington, experta en implementar prácticas de bienestar en las organizaciones, advierte que en México hay una ‘crisis’ en la salud de los empleados.
“No creo que se tenga conciencia suficiente de lo que significa ser el país número uno con diabetes, por lo cual hay que actuar con mayor rapidez en problemas como el estrés y el sobrepeso en la población”, comentó.
Pero el problema es que las empresas actúan hasta que el empleado está crisis, en vez de generar una cultura con hábitos alimenticios, de ejercicio, descanso y comunicación enfocada a evitar que las personas lleguen al agotamiento.
También lee: El estrés causa ansiedad, sueño, fatiga y que comas más: UNAM
La también autora de obras como The Sleep Revolution’ afirma que el tratamiento del estrés como problema de salud, corresponde no solo a la empresa, el empleado debe modificar sus hábitos, pero esa determinación puede llegar hasta que la salud hace crisis.
TIPS PARA LOS EMPLEADOS
Ante ello, las organizaciones pueden incidir en el colaborador, así:
- No abusar de jornadas prolongadas de trabajo, o no hacerlo de manera continua.
- Impulsar la práctica de una actividad ajena al trabajo para reconectar con lo que te hace feliz.
- Llevar las mismas reglas de la vida personal a la empresarial y eso implica, además del tiempo de reconexión personal, promover buenos hábitos alimenticios y de descanso. En las empresas, dice, un taller que suele ser valorado es el de cómo dormir adecuadamente.
- Horario flexible se convierten en algo vital en ciudades como la de México con un tiempo de traslado -promedio- de tres horas y media.
“Las compañías necesitan pensar en sus empleados en términos de sustentabilidad. Para tener gente contenta, a largo plazo, hay que ayudar a que vean la oficina como un lugar donde aportan e impactan con sus acciones. Estamos acostumbrados a pensar en la vida laboral como solo sobrevivir”, mencionó Huffington.
LAS EMPRESAS HAN EQUIVOCADO LA ESTRATEGIA
Arianna Huffington señaló que un enfoque común en las organizaciones, aunque erróneo, ha sido centrarse en abordar problemas como la obesidad y la hipertensión “de manera aislada”.
Esto significa prácticas como: habilitar un comedor, mejorar las condiciones de pólizas, establecer rutinas físicas, entre otros aspectos que “no están mal y ayudan pero, no atacan de fondo las causas de esas enfermedades”, señaló.
La consultora refirió que actuar así es como querer atacar el 10% de un problema, cuando el 90% de la dificultad está en tener claridad sobre los comportamientos laborales, de liderazgo, de los jefes, detona estrés.
Esa ansiedad, combinada con malos hábitos, lleva un problema de salud al límite, detalló.
“Atacar la raíz es más complicado porque implica meterse en la dinámica de responder a preguntas, como ‘qué debo cambiar para gestionar diferente’, ‘cómo se entiende el estrés en la empresa’, ‘qué parte es responsabilidad del empleado y hasta dónde del empleador’”, ejemplificó.
La clave es conectar.
Y, ¿quién conecta a empleados con managers? Una parte de esa labor corresponde a Recursos Humanos, departamento que suele estar ausente respecto cultura y clima organizacional en la empresa, dijo Huffington.
Recursos humanos, comentó, puede tener un papel de mayor protagonismo si deja de luchar con el hecho de “presentar los números perfectos o cuánto se puede disminuir en gastos” y en lugar de ello da propuesta de cómo prevenir problemas que harán un cisma laboral. Entre ellos tener a un empleado en calidad de bornout (desgaste laboral).
Los líderes tienen que sentarse a platicar de ello con Recursos Humanos. Buscar el tiempo y la forma de hacerlo es el reto, agregó la escritora y cofundadora de la web The Huffington Post.
“Una de las cosas que hacemos con las compañías que trabajamos es relatar historias. Escuchar del CEO y de otros ejecutivos qué hacen en sus vidas para balancear relaciones. Después se establecen mecanismos para entender cómo trasladar esas experiencias a su vida en el trabajo y en áreas fundamentales como la relación con RH”, propuso Huffington.
La gente, y los empleados en su día a día viven con miedo de hacer cambios porque no encuentran esa actitud flexible en sus jefes.
“No existe el balance perfecto vida-trabajo, quizá eso es un mito por romper. Lo que es real es la capacidad de retornar a un equilibrio cuando la balanza ha ido en extremo a lo laboral. A partir de ello se pueden diseñar nuevas prácticas para mantener cierto balance entre ambos aspectos”, reiteró la consultora.
Empresas deben cumplir NOM para prevenir trastornos emocionales en empleados