No importa qué tan grande o pequeña sea. Se trata de resolver tiempos y procesos.
Existe un método con el que empresas como Adobe, Amazon, Telefónica o Verizon logran presentar resultados de forma continua y más rápida a sus clientes, y a su vez, mantener a los empleados contentos. Se trata del método Agile, y si eres un emprendedor recién estrenado puedes adaptarlo según las necesidades de tu startup.
Esta forma de trabajo nació en los años 90 después de que un grupo de programadores, al querer trabajar de manera más rápida y eficaz, se reunieran y firmaran un manifiesto que tiene como propósito agilizar los procesos y adaptarse a un ambiente cambiante.
El manifiesto, aunque fue hecho especialmente para aplicarse a la programación de software, se puede adaptar a cualquier tipo de empresa, en cualquier área y todo tipo de tareas. No importa si es una multinacional con 800 empleados o una empresa de tres personas.
Para que sea exitoso, se debe realizar de forma orgánica, es decir, primero debes conocer la base del método. En este caso, el manifiesto está basado en valores y principios que se enfocan sobre lo que debe ser prioridad, y los puntos en los que se concentra son basados en el tacto humano, algo que no esperarías en un proceso de desarrollo de software.
El primer enfoque se concentra en utilizar más Individuos e interacciones, en lugar de hacer las cosas a través de procesos y herramientas. El segundo consiste en priorizar un software funcional (o el producto en el que se trabaja) en vez de concentrarse en una larga documentación.
Los últimos dos enfoques tratan de colaborar con el cliente, antes de la establecer términos y condiciones en la negociación de un contrato y por lo tanto, responder ante el cambio inmediatamente, en lugar de hacer un seguimiento de un plan que tal vez no funcionó en un inicio.
Víctor León Marambio, quien está a cargo del centro Agile de la consultora Everis, menciona que de acuerdo a las empresas que utilizan este método, el 81% consideró que la aplicación de este método reduce el “time to market” (tiempo del mercado) y ayuda a aumentar su competitividad.
Aunque los principios hablan únicamente de software, es posible adaptar las soluciones a un proyecto de negocio o a la forma de trabajar de un área o hasta una empresa completa, como sucede con General Electric, BBVA Bancomer, Canon y Honda.
Los 12 principios a seguir
1. Satisfacer al cliente, la prioridad
El objetivo es cumplir con las metas del cliente con entregas tempranas y con software de apertura de crecimiento y mejoras a través del tiempo.
2. Se acepta el cambio en los requisitos
Es común que el cliente requiera modificaciones o cambios, incluso si llegan tarde al desarrollo. Pero un proceso ágil aprovecha el cambio para la ventaja competitiva del cliente y de los desarrolladores
3. Entregar con frecuencia resultados y cada vez más rápido
El proceso de aprendizaje de los desarrolladores es estar concientes de la frecuencia con la que se deben entregar resultados, así como ir reduciendo la escala de tiempos de entrega.
4. Todas las áreas deben trabajar juntas de forma cotidiana durante todo el proyecto.
En una empresa de cualquier tamaño, debes interactuar con gente de distintas áreas. Una persona no puede hacer todo y es por eso que necesita de un equipo multidisciplinario.
De acuerdo con el método, un equipo de trabajo siempre debe mantenerse junto. Esto propicia una mejor comunicación y mejor trabajo, ya que en vez de estar alternando equipos y tomarse el tiempo en adaptarse por la forma en la que cada quién trabaja, es mejor que un equipo continúe en constante aprendizaje.
5. Construir proyectos en torno a la motivación
Para poder mantener al equipo en constante movimiento y aprendizaje, es necesario propiciar el entorno y el apoyo que necesiten, pero sobre todo confiar en que ellos lograrán hacer el trabajo.
Al liderar un equipo con esta metodología, la mejor sugerencia es predicar con el ejemplo, ser congruente con lo que se solicita y ser el cambio que quieres ser.
6. Comunicación
El método Agile sostiene que la mejor forma de proporcionar información es la conversación cara a cara.
7. Si el producto funciona, todo funciona
Puede ser un software, un producto, servicio o la resolución de un problema. Si esto funciona, este es el indicador que demuestra que tu equipo funciona.
Los equipos enfocados en sólamente lograr un número en KPI’s (Key Performance Indicators) es un equipo que no está motivado y por lo tanto, no puede ofrecer su mejor desempeño.
8. El equipo, en constante movimiento
Normalmente puedes encontrar a gente muy capaz para el trabajo, aunque debes seleccionar a la gente que mejor se adapte a las necesidades del proyecto.
Es posible que encontraste una persona con todo el conocimiento necesario, pero si no está dispuesta a trabajar bajo una forma de trabajo de constante aprendizaje, no va a funcionar, ya que implementar el aprendizaje en el proyecto es elemental para lograr un proceso ágil.
Ellos deben ser capaces de mantener un ritmo constante de forma indefinida o entrenarse para ello.
9. La atención continua y un buen diseño
Un equipo que se encuentra en constante atención con el cliente y que mejore el diseño del producto con actualizaciones o las demandas del cliente, puede llegar a ser un equipo que domine el tema y por lo tanto sea ágil.
10. La simplicidad
Mantener las cosas simples, en todo aspecto. Las empresas que tienen años establecidas se quedan perdidas en la burocracia y el papeleo, haciendo que nuevas ideas o proyectos sean difíciles de comenzar.
El manifiesto señala que “el arte de maximizar la cantidad de trabajo que no se hace, es esencial”.
11. Equipos autoorganizados
“Las mejores arquitecturas, requisitos y diseños emergen de equipos autoorganizados”, expresa el manifiesto.
Con esto se refiere a los equipos que tienen libertad de horarios son más eficientes. Al darle a tu equipo una meta a cumplir en determinado tiempo, ellos deciden cómo trabajar y cómo administrar su tiempo, lo cual los ayuda a mantenerse motivados y animados al cumplir con esa meta.
12. Retroalimentación
El equipo de trabajo debe mantener intervalos regulares de retroalimentación, específicamente sobre cómo ser más efectivo, tratar los métodos o técnicas que deben reestructurarse o ajustar comportamientos de acuerdo a lo que se debe de mejorar.