A casi un año de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, los retos éticos de tener un presidente empresario continúan en la mira.
Más allá de los viajes a Mar-a-Lago y los dignatarios que reservan el hotel Trump en Washington, D.C., las fotos de Ivanka Trump publicadas en Twitter e Instagram muestran las consecuencias involuntarias de los servidores públicos enredados con sus negocios privados.
Esto se debe a que la mayor parte de lo que usa la hija del presidente de Estados Unidos son los productos de su marca personal cuando realiza actividades presidenciales, como zapatos o vestidos.
Esto hace que la asistente presidencial aumente su patrimonio neto, y los medios de comunicación son sus cómplices.
Según un estudio del diario The Wall Street Journal y del sitio web de celebridades Star Style, de marzo a noviembre Ivanka Trump usó los vestidos, zapatos u otros productos de su marca en el 68% de las fotos de las apariciones oficiales, publicadas en sus redes sociales, desde que se convirtió en asesora de la Casa Blanca.
Aunque la primera hija dejó el control diario de la compañía a su cuñado, Josh Kushner y su esposa Nicole Meyer, ella aún recibe una parte de sus ganancias.
Los enlaces de afiliados, envían un porcentaje de la venta al editor de la nota.
El WSJ describe cómo, a través del uso de enlaces de marketing de afiliación, los sitios web que publican fotos de Ivanka están sacando provecho de sus atuendos para ganar dinero.
Primero, Ivanka usará un artículo en público donde sea fotografiada. A continuación, ciertas publicaciones como The Daily Mail publicarán las fotos, con subtítulos que incluyen una copia que dirige a los lectores a un enlace para comprar la misma ropa.
Esos enlaces son conocidos como enlaces de afiliados, un acuerdo en el que el minorista de comercio electrónico normalmente envía un porcentaje de la venta al editor.
Existe una forma de evitar este conflicto de intereses, dicen los expertos.
Lee: Los desafíos a los que el sector minorista se enfrentó en 2017
Para eliminar por completo la apariencia de incorrección, Ivanka podría usar otra ropa o vender su negocio, ninguna de las cuales parece ser una decisión financiera sólida.
Ni siquiera un mes después de su trabajo en la Casa Blanca, la compañía de Ivanka comenzó a establecer récords en 2017. Había recibido al menos 12,600 millones de dólares entre principios de 2016 y julio de 2017, de los cuales seis millones de dólares provenían de su línea de moda.