El mundo de las finanzas observa el fenómeno al alza de la criptomoneda digital, pero estas emociones fuertes están causando estragos en la mente.
Bitcoin actualmente cotiza a alrededor de los 16,000 dólares; a comienzos de año, el precio del apenas era de 1,000 dólares, lo que generó advertencias de una posible burbuja. Esto causa una combinación de fascinación y, en muchos casos, de escepticismo severo.
La divisa digital es extraordinariamente volátil. Pese a su reciente desempeño al alza, la criptodivisa puede aumentar en miles de dólares su valor en un día y caer aún más al siguiente.
A esto surge la pregunta: ¿Para un inversionista, qué trae a su salud mental el aferrarse a un activo tan volátil?
La toma de decisiones financieras se encuentra entre los procesos más estresantes que existen. Y cuando se trata de inversiones de alto riesgo y alta recompensa como Bitcoin, un inversor puede atravesar una montaña rusa de emociones.
El sitio especializado en criptomonedas Bitcoin.com, señaló que ha habido al menos una historia sobre un inversionista que se suicidó después de una profunda depresión sobre una estrategia de inversión en bitcoins que salió mal.
Después de las explosiones de burbujas y los bloqueos del mercado (una posibilidad clara con bitcoin), las visitas a los profesionales de la salud mental aumentan como globos de ansiedad económica.
Una de las partes más estresantes de la negociación de alto riesgo son las emociones oscilantes.
Por ejemplo, hay evidencia de que “los que toman las decisiones con buen humor tienen mayores niveles de tolerancia al riesgo financiero, manteniendo constantes los factores biológicos, psicosociales y ambientales”, según un estudio realizado en 2017 por investigadores británicos.
En otras palabras, puede haber una tendencia a corto plazo a “comprar en lo emocional”, particularmente entre los inversores menos experimentados.
Pero esos picos emocionales pueden ser seguidos por depresiones profundas, particularmente cuando se considera un producto relativamente nuevo cuyo valor puede reventar en cualquier momento e irse al piso.
También hay un miedo financiero a perderse de la diversión y el efecto retrospectivo de vender demasiado pronto o demasiado tarde. Con una moneda digital como Bitcoin, también existe el riesgo adicional de posibles piratas informáticos que pueden eliminar miles de millones en valor.
Esas son las realidades mentales y emocionales del comercio arriesgado.
Consejos para no perder la cabeza
Paul Merriman, fundador de la firma de Gestión de activos, Merriman Wealth Management, con sede en Seattle, escribió tres preguntas básicas para minimizar el costo psicológico del estrés financiero.
1) ¿Has perdido el sueño por una inversión?
2) ¿Constantemente, compulsivamente, sigues las noticias financieras sobre una inversión?
3) ¿Ver noticias financieras hace que te preocupes por tu futuro?
“Si respondes que sí a una de esas preguntas, probablemente hayas asumido demasiado riesgo”, dice Merriman.