No es fácil ofrecer disculpas; sin embargo, en 2018 los CEO se abalanzaron para hacerlo con los clientes a los que ellos (o sus predecesores) habían maltratado.
Las confesiones corporativas llegaron en diferentes formas: tuits de 54 caracteres o hasta campañas de publicidad por millones de dólares.
Aquí algunas de las más memorables:
Sharon Price John de Build-A-Bear

Cuando el promocional de “Pay Your Age” resultó ser un desastre, John fue al programa Today para disculparse con los clientes que habían hibernado horas en las filas.
Jack Dorsey de Twitter
Después de haber sido reprendido, Dorsey se disculpó por tuitear una imagen de Chickfil-A durante el mes del orgullo gay: “Están en lo cierto. Olvidé por completo su background”.
Dara Khosrowshahi de Uber
Al abordar las preocupaciones acerca de la cultura de Uber, el nuevo CEO Khosrowshahi se presentó en la televisión para decirle a los espectadores que su principal “prioridad ha sido escucharlos”.
Steve Ritchie de Papa John’s
Tras correr a su fundador, Papa John’s lanzó una campaña de avisos publicitarios agradeciéndole a sus clientes por su re- acción ante el escándalo generado.
Mark Parker de Nike
Luego de la furia del personal femenino, Parker hizo una re- unión con todos los colaboradores para disculparse por una cultura que “excluye a algunas personas y que ha sido incapaz de atender, de manera adecuada, las quejas del personal”.
Kevin Johnson de Starbucks
En abril, Johnson emitió una declaración disculpándose por el arresto, aparentemente por motivos raciales, de dos clientes negros en Filadelfia y prometió hacer “lo que podamos para arreglar la situación”.
Mark Zuckerberg de Facebook
El anuncio Here Together de Facebook lanzado en abril no hizo mención directa del escándalo de Cambridge Analytica; sin embargo, prometía “hacer más para resguardar tu seguridad y proteger tu privacidad”.
Les Moonves de CBS
Acusado de conducta sexual in- apropiada por varias mujeres, Moonves renunció y dijo que se “arrepiente” de haberles “tirado la onda” a ciertas personas, pero insistió en que siempre comprendió que “no” era “no”.