Una investigación realizada por un economistas del Instituto Roosevelt ha resultado en un posible impulso extra para la economía de Estados Unidos que podría representar un 12.5% adicional.
Un equipo de economistas del Instituto Roosevelt —organismo con una inclinación política de izquierda— concluyó en un nuevo estudio que implementar un ingreso garantizado de mil dólares mensuales para todos los estadounidenses aceleraría la economía de su país en un 12.56 % adicional en ocho años si es financiado mediante el aumento de la deuda federal.
Si este mismo programa fuera financiado por un aumento de impuestos redistribuidos, el crecimiento sería menor, produciendo un 2.6 % adicional en el PIB durante el mismo periodo de ocho años. Sin embargo, de acuerdo al modelo, el déficit federal se encogería 1.39 %. En ambos escenarios, disminuiría la tasa de desempleo.
El ingreso básico universal (UBI, por sus siglas en inglés) es una propuesta que ha pasado de ser menospreciada a ganar cada vez más apoyo público en Estados Unidos, incluso de varios líderes de la industria tecnológica como Elon Musk y Mark Zuckerberg, En parte, la idea es atractiva porque protegería a los trabajadores contra transformaciones laborales que podrían darse a partir de innovaciones como los coches autónomos y la inteligencia artificial.
Las conclusiones del Instituto Roosevelt sobre los impactos económicos más amplios de un ingreso básico universal resaltan un fenómeno bien conocido: la “propensión marginal al consumo”. Esto se refiere a que, esencialmente, las personas con menos ingresos son más propensas a gastar ingresos adicionales en comparación con los individuos más adinerados, por lo que un ingreso básico universal pondría una mayor proporción de dinero en efectivo en circulación. Irónicamente, hay muchas evidencias de esto en la industria de la tecnología, donde empresas dominantes como Apple y Google, que cuentan con gigantescas cantidades de dinero en efectivo, están contribuyendo muy poco al crecimiento macroeconómico.
El Instituto Roosevelt se llama así en honor a Franklin Roosevelt, el presidente de Estados Unidos conocido por implementar programas sociales redistributivos como el de Seguridad Social. Este organismo está muy enfocado en temas de desigualdad, por lo que no sorprende su apoyo a la implementación de un ingreso básico universal.
Las conclusiones de este estudio seguramente serían rechazadas por los economistas más conservadores, incluyendo aquellos que creen que un incremento en los impuestos o en la deuda federal frenaría la economía. La idea de un ingreso básico universal redistributivo es también un estigma para el pensamiento político conservador, que ve a un incremento de impuestos como un abuso del gobierno. El reporte concluye que para financiar un ingreso básico universal de mil dólares mensuales se necesitaría de un aumento de impuestos del 21 % al 35 % aplicable al 10 % de los estadounidenses con más ingresos.
Este estudio, basado en un modelo económico orientado al consumo, tampoco aborda una de las controversias más grandes alrededor del ingreso básico universal: si este haría que los trabajadores buscaran empleos con menos ahínco o si, por el contrario, incrementaría sus ganas de tomar riesgos orientados a la innovación.
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