Gap anunció ayer que estaba cerrando 230 tiendas físicas apenas unas horas después de que J.C. Penney dijo que cerraría 27 tiendas, y un día después de que Victoria’s Secret anunciara que estaba cerrando 53. Estas noticias elevan el total de las tiendas cerradas a 4,500 en lo que va del año. ¿Es Amazon el culpable?
Pero aquí está la cuestión: algunas de las más grandes, Walmart, Target, Best Buy, tuvieron un cuarto trimestre estelar. Y estaría dispuesto a apostar una tarjeta de regalo de US$50 que los CEOs McMillon, Cornell y Joly les dirían que Amazon los hizo mejores.
Esas compañías se han concentrado en sus clientes, entendiendo cuándo y qué quieren hacer on line y por qué es posible que aún quieran usar una tienda. Y como resultado se han beneficiado.
Existe una escuela de pensamiento en ciernes, conocida como New Brandeisians y dirigida por una académica legal de 29 años llamada Lina Khan, que sostiene que la grandeza de Amazon es, en sí misma, mala. No soy una groupie de Amazon, y comparto los temores de que una dinámica más dinámica de ganadores impregne el negocio de la tecnología.
En el caso de Amazon es difícil encontrar el daño. Los consumidores se benefician claramente de los bajos precios, la transparencia y la conveniencia de la empresa de Seattle. Y los mejores retailers ahora están aprendiendo a usar sus métodos, obsesionados con los datos para crear su propia ventaja competitiva.
Sin duda, como lo mostraron los anuncios de ayer, habrá personas que pierden empleos y bienes raíces que quedarán vacantes. Eso es una interrupción creativa en el trabajo. Pero no es (todavía) un argumento para encadenar al gigante en línea. El caso contra Microsoft en la década de 1990, o en realidad, Google hoy en día, es mucho más sólido.
Por cierto, el Daily Beast informó a principios de esta semana que los demócratas de la Cámara de Representantes están cortejando a Khan por un trabajo, otro signo de la retirada demócrata de la economía de mercado. Una época política que comenzó hace medio siglo, cuando el senador Ted Kennedy se unió al ahora juez de la Corte Suprema Stephen Breyer para impulsar la desregulación de las aerolíneas, podría estar llegando a su fin.
Por Alan Murray y David Meyer
Esta es una edición del newsletter de Alan Murray, CEO de Fortune, editado por David Meyer. Aquí lo puedes ver completo.