En el país caribeño el debate sobre el levantamiento de las medidas de confinamiento se ha tomado la agenda, y los retos que tendrán para retomar el trabajo y mantener los espacios libres de virus es un tema esencial. Aquí, la tecnología de desinfección a través del ozono gana terreno y ya hay quienes han hecho importantes inversiones en esta materia.
Panamá lleva más de 50 días de confinamiento por el COVID-19. Fue el primer país de Latinoamérica en implementar medidas restrictivas y hoy, con cifras de control poco alentadoras, se ha instalado en el debate levantar el aislamiento de forma gradual en las próximas semanas. De hecho, el Ministerio de Salud de ese país publicó el lunes recién pasado un instructivo con los protocolos mínimos que deberán seguir las empresas para comenzar con el retorno seguro al trabajo.
En este punto, las empresas tendrán un rol fundamental en impedir que nuevos focos de contagio se generen dentro de sus instalaciones, ya que depositar total confianza en que sus colaboradores cumplan al pie de la letra las normas de cuidado, es un riesgo alto en Latinoamérica. Por esto, las medidas de desinfección dentro de cada compañía son de prioridad extrema para garantizar un funcionamiento a largo plazo, y evitar clausuras por parte de la autoridad sanitaria de los espacios de trabajo.
Es aquí donde una tecnología juega un rol fundamental: la producción de ozono para desinfección.
En un estudio publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se acreditó que el ozono es el desinfectante más eficiente contra todo tipo de microorganismos. Algo que reafirma Ángeles Blanco, catedrática de Ingeniería Química y Materiales de la Universidad
Complutense de Madrid y miembro de la Asociación Nacional de Químicos e Ingenieros
Químicos de España: “El ozono destruye numerosos virus, bacterias y hongos, y es muy eficaz contra la familia de coronavirus. Hay estudios que demuestran que elimina más del 99% de los virus en tan solo 20 segundos”.

En Panamá conversamos con el Ingeniero José Archibold De Nicolo, CEO de Panama Clean Services, empresa especializada en limpieza y desinfección, que también tiene presencia en Colombia a través de Colimpia. Ellos acaban de adquirir la tecnología del ozono para ayudar a las compañías locales a atacar la propagación de virus y evitar focos de contagio dentro de las instalaciones: “veníamos siguiendo la evolución de esto hace meses, y viendo la experiencia internacional decidimos invertir en estos equipos, porque tenemos que ayudar a que nuestros clientes controlen la propagación de los virus. No solo es una decisión comercial, sino un tema de responsabilidad empresarial como expertos en temas de limpieza, dar un salto de calidad en nuestros procesos para brindar soluciones que sean efectivas en la realidad actual”.
De hecho, Panama Clean Services ofreció al Ministerio de Salud de Panamá, de forma totalmente gratuita, usar esta tecnología para ayudar en los procesos de desinfección de las ambulancias del sector público del país y así contribuir en estos tiempos de pandemia.
“El ozono ofrece ventajas cualitativas y cuantitativas muy importantes sobre otros tipos de productos de desinfección: No deja ningún tipo de residuos tóxicos u olor en el lugar intervenido; al ser un gas se aplica de forma homogénea y penetra en todos los espacios como los rincones de los teclados de las computadoras, esquinas de muebles y en general espacios inaccesibles para las manos e invisibles para los ojos humanos; y además es amigable con el medio ambiente”, destaca José Archibold.

El ozono es capaz de penetrar la membrana celular de los virus y destruirlos tras un proceso de oxidación. Esta tecnología, ampliamente usada en Europa y Estados Unidos para desinfección de hospitales, hoteles, industria automotriz y en diversos espacios de alta concentración de personas, ha tomado gran relevancia en los últimos meses, donde varios expertos en el tema han hecho llamados a utilizar esta tecnología para evitar la propagación del COVID-19.
En este sentido, el Ing. Archibold recalca que “el ozono es un complemento a los procesos que ya venimos implementado, es el paso final. En nuestro caso, aplicar en primer lugar una limpieza manual con productos alcoholados, y posteriormente sanitizar con vapor para eliminar bacterias y hongos por medio de altas temperaturas, es fundamental para que el resultado final de la desinfección por ozono sea óptimo. Sin esos pasos previos, el riesgo de que los virus permanezcan en el ambiente es alto”.
Panamá espera levantar sus medidas en las próximas semanas, y la salud de la economía local dependerá, en gran medida, de que cada compañía invierta en mantener los virus lejos de sus espacios de trabajo y ofrecer ambientes seguros para sus colaboradores.