A pesar de que México tiene una incidencia de cáncer de mama como Estados Unidos, la enfermedad ha aumentado al doble de decesos por un diagnóstico tardío.
Esta enfermedad se ha convertido en la primera causa de muerte entre las mexicanas. Hay alrededor de 10 decesos diarios, dijeron integrantes del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM.
Además de que en México cada vez se padece a más temprana edad –alrededor de los 50 años, siendo que en el resto del mundo es a los 60 años–, también se detecta en etapas más avanzadas (en la dos o tres), mientras que en Estados Unidos se diagnostica en la primera etapa de desarrollo del tumor.
PROGRAMA DE INVESTIGACIÓN EN CÁNCER DE MAMA DE LA UNAM
Este programa lo encabeza el IIBm. Se trata de un proyecto para identificar la relación entre la obesidad, sobrepeso y el cáncer de mama, pues se detectó que el 70% de las pacientes con esta neoplasia tiene esa condición.
“Pensamos que el sobrepeso produce alteraciones metabólicas y hormonales, y es en esa condición anormal en la que se desarrolla el tumor. Hemos propuesto que las células que crecen en ese ambiente serán distintas a las que se desarrollan en condiciones normales”, explicó Zentella.
Descubrieron que dos células de cáncer de mama del mismo subtipo molecular que evolucionan en obesidad o en peso normal presentan características biológicas diferentes: la primera crece con mayor rapidez y es más resistente a los fármacos, “lo que implicaría ajustes en la dosificación del tratamiento”.
El objetivo del programa es identificar y caracterizar los componentes genéticos, medioambientales y epigenéticos (de modificación en la expresión de los genes, que son heredables) que contribuyen al desarrollo de este tipo de cáncer en las mexicanas, y eventualmente desarrollar nuevos métodos y estrategias para el diagnóstico y tratamiento, dijo León del Río.
Dentro del programa, están trabajando se desarrollan otros proyectos de investigación traslacional, es decir, llevar el trabajo de los laboratorios a los centros hospitalarios. Así, se analizan proteínas que pueden ser utilizadas como marcadores moleculares para identificar la presencia de un tumor antes de que se manifieste con todos sus síntomas.
Otro proyecto que señalaron es el de la modulación del sistema inmune, consistente en reactivarlo o “enseñarlo” a reconocer y atacar tumores para controlar su crecimiento y diseminación.
También se está llevando a los hospitales la genotipificación del tumor, que es la detección de pacientes que desarrollarán cáncer de mama por provenir de una familia en donde la enfermedad se ha manifestado por varias generaciones, asociada a mutaciones o errores en la replicación y reparación del ADN, para que se puedan tomar las medidas preventivas adecuadas.
Los especialistas dijeron que aunque la autoexploración ayuda a la detección, no hay algo que sustituya a la mamografía. Señalaron que el problema es que muchas mujeres no se la hacen porque consideran que es dolorosa. Recomendaron hacerse el estudio, mantener un estilo de vida saludable, tratar de evitar la obesidad, incrementar la actividad física y evitar el consumo de tabaco y alcohol.