Si la actividad lo permite, tener horarios escalonados de acceso y retiro en la oficina es una opción para no tener a toda la plantilla junta.
Por Arantzatzú Rizo
El nuevo coronavirus cambió todo, la forma de convivir, comprar, vender, negociar y trabajar. Todo lo que hasta hace cuatro meses conocíamos y cómo operábamos, en ocasiones hasta de forma mecánica, no volverá a ser igual.
Hoy, el regreso al trabajo o el back to work estará completamente regulado, vigilado y restringido por la implementación de protocolos de salud y económicos, que incluirán la forma en que deberemos comportarnos a nivel individual y colectivo para proteger el bienestar de todos en una organización, así como la salud financiera de ésta.
El COVID-19 no se ha ido y tampoco lo hará, y el riesgo sigue latente pues aún no existe una vacuna, y ésta, para que sea global y masiva, tardará de uno a dos años; tampoco hay un tratamiento ni pruebas suficientes que nos permitan flexibilizar ciertos parámetros de distanciamiento social.
El reto de países y empresas en esta crisis pandémica será preservar la salud, el empleo y la continuidad de los negocios, asegura Gerardo Herrera, director general para América Latina de Marsh Risk Consulting.
Pero ¿cómo hacerlo, cómo regresar al trabajo con el coronavirus pululando? A continuación te presentamos un plan con algunas de las recomendaciones de Herrera.
- Diseñar un plan de gestión tanto interno como externo que se adapte a las nuevas necesidades y realidades del negocio; capacitar a personal en las nuevas modalidades.
- Rediseñar espacios para evitar que los trabajadores estén muy juntos, permitiendo la sana distancia.
- Si la actividad lo permite, diseñar esquemas con horarios escalonados (de acceso y retiro) para que no esté 100% de los trabajadores juntos; rediseñar procesos operativos.
- Diseñar un esquema si la actividad lo permite para que ciertos días se mantenga el home office en determinada cantidad de la plantilla laboral.
- Establecer protocolos de seguridad y sanidad que generen ambientes limpios en las instalaciones de forma recurrente. Fijar protocolos de acceso y retiro del edificio.
- Proveer de insumos de higiene y de protección para todas las personas que laboren en las oficinas y para las instalaciones.
- Mantener regulado el uso de espacios comunes, con ventilación, sanitización regular.
- Disminuir reuniones de contacto, visitas de clientes, tanto internos como externos.
- Establecer esquemas de detección, asistencia médica y psicológica.
- Diseñar esquemas nuevos de servicios de alimentación, comedor y transporte del personal.
- Rediseñar viajes de trabajo tanto por salud como para mantener flujo de caja y ayudando a la salud financiera de la empresa.
- Establecer una revisión a presupuestos de viajes y gastos de representación.
- Establecer seguros y pólizas para la seguridad del empleado y empleador.
Para tener una ruta del regreso a la vida laboral, la firma de Recursos Humanos ManpowerGroup, en alianza con Randstad y Adecco Group, diseñó Una Guía Práctica para un Regreso Seguro.
El protocolo integra medidas y lineamientos para garantizar la operatividad y continuidad del negocio, una vez que las industrias reanuden actividades, según el calendario establecido por el gobierno federal.
La planeación del regreso necesita ser en tres partes: identificación de riesgos y control; evaluación y desarrollo de un mapa y plan de regreso al trabajo; y finalmente, implementación, medición, evaluación y ciclo de retroalimentación.
Lo primero es categorizar los riesgos de salud que se pueden eliminar, como remover la oportunidad de transmisión del virus en el lugar de trabajo, refiere el documento que incluye más de 90 instrucciones para apoyar en el distanciamiento físico, detección y control de la enfermedad.
Entre las medidas se destacan:
- En las siguientes semanas de cierre forzado, tal vez algunos empleados no estén dispuestos a regresar al trabajo, a menos que estén seguros de las medidas de salud. Por eso hay que involucrar a todos en el plan de retorno y comunicar frecuentemente.
- Es importante evaluar cómo estaban y cómo están las operaciones antes y durante el cierre e identificar brechas versus ‘normalidad temporal’, así como las medidas de distanciamiento físico.
- Hay que comparar las mejores prácticas a través de los sectores para desarrollar el mapa del regreso al trabajo de manera segura.
- Es vital acordar un enfoque conjunto con todas las partes respecto a la conducta de distanciamiento general/acuerdos de trabajo, junto con propuestas para alteraciones físicas de las oficinas.
- Capacitar a los gerentes y a sus equipos en cómo aplicar el “regreso al trabajo” y los protocolos de higiene y salud.
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